Carmen, fusión mediterránea

Hervás se ha propuesto que en en lobby del hotel, lugar donde se encuentra el restaurante, la cocina no sea estática y viaje a través de la imaginación y la fusión a diferentes lugares. En concreto, Japón fue el primer lugar elegido desde su inauguración y ahora lo es México. Es precisamente esta fusión entre lo malagueño y lo mexicano la que todavía podemos encontrarnos en esta casa, por lo menos hasta que finalice agosto si las cuentas no me fallan.

La sinergia entre nuestra cocina y la mexicana está bastante bien resuelta en la carta. Platos como el taco de pringá de cocido, el steak tartar enchipotlado o el guacamole con torreznos son una prueba de esa fusión. Otra cosa es el resultado final que se alcance, pues algunas de estas elaboraciones pecan en exceso de un uso un poco desmedido de especias y salsas de corte asiático en lugar de mexicanas. Una propuesta interesante para disfrutar de esta cocina de fusión son los maridajes de los platos con cócteles creados para la ocasión. La carta de Carmen difiere mucho con la de su restaurante hermano Lola, quien se acerque hasta este local no puede hacerlo creyendo que va a encontrarse con una cocinas similar, aunque quizá más desenfadada. Todo lo contrario, Carmen tiene su propia identidad culinaria y basta con echar una rápida ojeada a su carta para darnos cuenta. Si buscamos esa fusión con México, en los entrantes es donde más platos encontramos, ya que en el resto de apartados estas propuestas son escasas, a excepción de los tacos de presa ibérica. Una de las sugerencias que no debemos perdernos son los molletes Máximo a base de solomillo de vaca y pimientos verdes asados. La realidad se impone y en Carmen, además de esas incursiones en la cocina de otras culturas alimentarias, la cocina moderna malagueña es una realidad.

La carta de vinos no es extensa, pero lo cierto es que contiene referencias atractivas y a precio en consonancia con la carta de platos, algo que siempre agradecerá el cliente.

Ostra Michelada

Un buen aperitivo para adentrarnos en esa cocina de fusión mexicana mediterránea. Una ostra que es macerada unos instantes con el cóctel más mexicano por excelencia y que lleva cerveza aderezada con sal, limón y hielo picado.

Tartar de atún aliñado

Muy logrado este tartar de atún rojo. La yema del huevo cuando rompe impregna y realza el sabor del túnido levemente aderezado y con un toque de chile picante muy sutil y ligero, lo que se agradece porque conserva todo su sabor.

Empanadilla de atún rojo

Este es otro de los platos que durante este verano vamos a poder degustar en el apartado de cocina mexicana. Se trata de una masa bien elaborada y rellena de atún rojo. La salsa que la acompaña es una 'brava'.

Guacamole con torreznos

No hay duda, los torreznos están de moda y no solo en Carmen la combinación de un guacamole sabroso y con un toque picante es perfecta para el torrezno. El corte del mismo es el ideal para tomar en un solo bocado.