Crece el mapa gastronómico de Marbella con el esperado Areia

Pues bien, ambos habían mantenido el contacto tras separarse sus caminos. Y hacía tiempo que tenían la idea de independizarse. Y llegó la pandemia. Eso les hizo pensar. Hasta que el pasado año lo vieron claro: tenían que unir fuerzas. Entonces, el planteamiento empezó a tomar forma. Sabían que sería en Marbella. Encontraron el espacio ideal en pleno centro de la ciudad (C/ Ramón de la Serna, 23), y se pusieron manos a la obra. Nunca mejor dicho. Tres meses han durado, hasta que «por fin ve la luz», reconoce García Mayoralas sobre este restaurante que rebosa Mediterráneo desde su nombre: Areia, o lo que es lo mismo, arena en portugués.

Pretendían que el mar, el sol, la luz, esa esencia estuviera muy presente. Quien quiera comprobarlo podrá hacerlo a partir del día 27. Entonces, el engranaje comenzará a funcionar. Y en él los protagonistas serán el cliente y la materia prima. Como explica García Mayoralas, harán hincapié en «seleccionar muy buenos productos, la intención es que sea una cocina fundamentalmente de mercado y de temporada, todo muy artesanal, con mucho cariño».

Antonio Ruiz lo ratifica e incide: «La idea es huir de florituras, que el sabor no se confunda y se identifique». Así, pone algunos ejemplos para ilustrar lo que busca ser Areia. «¿Que tenemos espárragos? Pues los haremos en varias versiones. Lo mismo que con cualquier otro producto de temporada, como los guisantes, con los que podemos hacer, por ejemplo, una ensalada con angulas o un guiso con berberechos», desgrana el cocinero. Sabe de lo que habla. No en vano, ElBulli o Celler de Can Roca han sido algunas de sus 'escuelas', además de la de Dani García, con quien empezó cuando aún estaba en el rondeño Tragabuches.

Pero le apetecía emprender su propio camino. Ahora reconoce que siente que ha «encontrado su espacio». Y le saca jugo con una carta que aspira a amoldarse a los gustos del público. De ahí que exista una oferta fija (en la medida que la temporalidad lo permita) y otro apartado con lo más fresco, a modo de sugerencias: «Vamos a jugar con los formatos, todo lo que nos permita, lo serviremos en tapas o medias raciones«. «Buscamos apostar por la sorpresa para que se pueda repetir a menudo y que cada visita sea una experiencia diferente», avisa García Mayoralas respecto a una «carta dinámica» que también incluirá platos de cuchara. Porque el reto es «que la gente esté a gusto», pero también «hacer algo distinto en Marbella, cubrir un espacio que creemos que falta».

Para ello, han dispuesto un local diseñado por Onlyou Design, con varios espacios y ambientes diferenciados, capacidad para unos 70 comensales y un reservado para diez en la planta superior. En todos ellos, además, aspiran a potenciar el servicio de sala. Con elaboraciones que se terminarán en mesa, como el cordero en arcilla, un plato que es mejor descubrir sin 'spoilers'.

Pero, además, el equipo de sala atesorará unas 400 referencias de vinos, que también se servirán por copas. Los aficionados a los cócteles también podrán elegir entre una docena de propuestas, algunos de ellos, versiones de clásicos. Con un ticket medio entre 50 y 60 euros, abrirá para almuerzos y cenas (sólo cerrará el lunes y el domingo a mediodía). Detrás, doce personas en el equipo. Delante, quien quiera descubrirlo.