El restaurante Mimo reabre y mantiene viva su causa vegana

Bartek, Ania y Aneta han logrado sacar adelante su causa vegana. Los propietarios del restaurante Mimo, que pusieron en marcha un crowdfunding para poder mantener abierto su establecimiento en el Soho, han logrado reabrirlo gracias al poder de las redes y a la cantidad de amigos que han creído en su sueño.

Los empresarios polacos han abierto esta misma semana en la avenida de Manuel Agustín Heredia número 20, en un local mucho más grande y mejor situado y a escasos cinco minutos del anterior establecimiento. Lo han logrado gracias a los 6.250 euros que recaudaron en la colecta por internet, los 15.000 que le facilitaron algunos amigos y la entrada de un inversor particular. «Pensábamos que con 20.000 euros sería suficiente, pero al final hemos necesitado casi 60.000», reconoce Bartek.

El nuevo Mimo se ha estrenado en un local de 140 metros cuadrados que anteriormente ocupaba el restaurante La Barbateña del Soho. Además de poder ampliar la cocina, han pasado de tener 4 a 15 mesas y están a la espera de abrir la terraza, donde podrán colocar otras ocho mesas. Para la apertura han contratado a seis personas, lo que les permitirá abrir de miércoles a domingo, de 13 a 23 horas de forma ininterrumpida.

A pesar de los nervios del estreno, Bartek asegura que están cumpliendo un sueño, aunque todavía no han logrado procesar todo lo bueno que les está sucediendo. «Estamos super felices y creo que todo va a salir perfectamente, pero todavía no me entra que tenemos el restaurante nuevo», reconoce.

Fieles a su concepto original, el nuevo Mimo mantiene su filosofía de cocina vegana, orgánica y de cercanía, sin gluten y sin azúcar. En el nuevo local han incorporado nuevos platos y perfeccionado algunos de los que ya tenían. A partir del próximo mes de julio también esperan estrenar unos nuevos cursos de cocina para los clientes que estén interesados.

Entre sus platos estrella destacan los spaghetti MIMOnesca, con salsa espesa de tomate con aceitunas, copos de alga nori, alcaparras y mozarella casera (16 euros); el Onigirazu Sandwich, de sushi japonés con remolacha asada, seta de ostra fermentada y aguacate (17 euros) o el Arcoíris indio, compuesto por patatas moradas asadas rellenas de dahl de lentejas ahumadas con acelgas verdes (17 euros).

Mimo Vegan Bistro abrió sus puertas en abril de 2019 y desde entonces cuenta con una clientela muy fiel que llena el restaurante prácticamente todos los fines de semana. Al frente del negocio se encuentran Bartek y Ania Karwowski, una pareja de polacos afincados en Málaga, y Aneta Nieszczerzewicz, la madre de ella, que decidieron abrir un negocio de estas características al comprobar que no había nada parecido en la ciudad. «Es nuestro estilo de vida y nos era imposible encontrar un restaurante 100% vegano en el que pudiéramos comer», reconocían antes de afrontar el cierre del primer restaurante.

Gracias al 'crowdfunding' lograron el apoyo de 76 personas, que ahora podrán disfrutar de diferentes recompensas entre las que se encuentran cenas en el restaurante o cursos de cocina. Uno de los regalos estrella será la colocación del nombre de los principales donantes en las paredes del local. Así se podrán sentir parte de la historia de Mimo para siempre.

• Temas
• Restaurantes
• Gastronomía
• Málaga