La Pâtisserie de Cuevas del Becerro: repostería francesa con ingredientes andaluces

El 'croissant' con almendras, el bizcocho de soletilla con frutas naturales o una 'bavaroise' con un toque crujiente. Son sólo algunos de los ejemplos de recetas de repostería francesa adaptada a la materia prima y al gusto en Andalucía. Ése es el eje que mueve a La Pâtisserie, un obrador que vio la luz en plena pandemia en Cuevas del Becerro gracias a la pasión y el empuje de Santi López y Charles Vaillant.

Ella, oriunda de este pueblo malagueño, y él, parisino, habían vivido hasta 2019 en la capital francesa. Pero, un buen día decidieron que podían dejar atrás el estrés de sus distintas profesiones (ambos relacionadas con el mundo de la salud) para embarcarse en un proyecto más personal, menos agobiante y mucho más dulce.

Aunque hoy están orgullosos de trabajar en Cuevas del Becerro, su primera idea fue la de montar un salón de tes con dulces franceses en Antequera. «Lo teníamos todo, el proyecto muy desarrollado e incluso el local», explica Santi. Pero, antes de firmar el alquiler, comenzó el confinamiento y con ello se paralizó aquella iniciativa de esta pareja hispano francesa.

Sin embargo, esos meses en los que buena parte de Europa estaba encerrada en sus casas los aprovecharon bien en su nuevo hogar de Cuevas del Becerro. Allí, Charles, que se había formado en repostería francesa antes de venirse con Santi para Andalucía, comenzó a dar rienda suelta a su pasión por los dulces elaborando las primeras creaciones con materia prima del entorno. «Como no era lógico comérselo todo, empezamos a ir de casa en casa por el pueblo ofreciendo nuestros primeros dulces», rememora sonriente.

A partir de ahí, echó a andar realmente lo que hoy es La Pâtisserie de Santi y Charles. De aquel posible salón de Antequera pasaron a hacer sus primeros dulces a domicilio en el pueblo que vio nacer a Santi. Poco a poco, mientras se fueron disipando las medidas más restrictivas de la pandemia, comenzaron a crear una idea de negocio, en la que hacen dulces franceses, pero con un toque diferente, con menos azúcar, para adaptarse al paladar de los andaluces, y, en la medida de lo posible, con materia prima del entorno, con una clara filosofía de kilómetro cero.

«Tenemos proveedores excelentes, desde la harina de trigo antiguo hasta miel del pueblo o las frutas frescas que le dan un sabor espectacular a las bases con las que se trabajan en la repostería tradicional de Francia», apunta Charles.

Aunque empezaron a trabajar sólo con Cuevas del Becerro, tenían claro que su mercado debía ser más amplio que este acogedor pueblo de menos de mil quinientos habitantes. Poco a poco, con la publicidad del boca a boca y mucho tesón, fueron dándose a conocer en el entorno. Hoy tienen entre sus grandes clientes a un hotel de Ronda, un supermercado de Serrato o a dos de los restaurantes que hay en la localidad donde residen.

Pero, además, también tienen muchos clientes directos, que le piden algunos de sus creaciones reposteras para un evento especial (desde un cumpleaños a una boda) o simplemente porque los han visto en sus redes sociales (Facebook, sobre todo) y se les ha antojado darse el placer de saborearlos.

Además, Santi apunta que para ellos ha sido fundamental trabajar con grupos de consumo, que les ha permitido aumentar mucho el número de clientes. En esa línea, también dan gran importancia a los mercados artesanos en los que participan. Empezaron el pasado año en el que se hace mensualmente en Genalguacil. Y desde marzo, junto a otros productores de la zona, impulsaron el mercado agro artesano de Cuevas del Becerro, donde desde marzo venden cada tercer sábado del mes sus tentadores dulces.

Los coloridos 'macarons', el croissant con mantequilla pura, el 'fraisier' (elaborado con base de bizcocho de soletilla, fresa natural madura y poca azúcar), los 'petits choux', los 'financiers' de almendra o la 'royal' con cobertura de chocolate son algunas de las tentaciones que periódicamente van haciendo para hacer la boca agua a sus seguidores de redes sociales, a los grupos de consumo de los que forman parte o a los que pasan por los mercados agro artesanos en los que participan.

Quienes pasen por Cuevas del Becerro, puerta de entrada para ir a Ronda desde buena parte de la provincia de Málaga, pueden acercarse (es recomendable llamar antes) para poder comprar algunos de sus suculentos dulces.

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