Una nueva vida para la venta El Charco de La Viñuela

Cuando Miguel Fortes anunció el cierre de la venta El Charco, en la zona de La Viñuela, a más de un cliente casi le da un desmayo. «Nos dijeron incluso que iban a crear un club de damnificados para recopilar firmas», confiesa su yerno. El Charco ofreció su último servicio el 8 de enero de este mismo año por la jubilación de Miguel, alma mater y fundador del negocio. Entonces nadie se reivindicaba como sucesor del trono hostelero. Hasta que Juan Antonio García, el yerno, convenció a su mujer Noelia Fortes para continuar la estela y darle una nueva vida al negocio.

Tras muchas vueltas, tiras y aflojas, El Charco volverá a abrir sus puertas el jueves 13 de junio con una nueva estética pero con la misma filosofía de siempre. De hecho, Juan Antonio seguirá al frente de los fogones, su lugar durante los últimos 20 años. En esta nueva aventura le acompañará, como no podía ser de otra forma, su mujer, Noelia, la hija de Miguel. «Estamos muy nerviosos porque no sabemos cómo van a responder los clientes», duda él.

El nuevo El Charco perderá su denominación de venta para convertirse en restaurante. Que en realidad es lo que siempre ha sido porque su especialidad son las carnes a la brasa y los productos de temporada. Para esta nueva andadura, el establecimiento también reducirá su capacidad y apostará por un concepto de terraza donde relajarse y poder tomarse una copa mirando al pantano de La Viñuela o el pico de la Maroma.

Ambos reconocen que el concepto venta iba asociado a la cantidad de clientes que podían atender en un mismo día (unos 200), algo que no quieren hacer en esta nueva etapa para ofrecer un trato más cercano si cabe y reducir el estrés en la cocina. «Los productos seguirán siendo los mismos y de la máxima calidad», puntualizan.

En la carta del nuevo El Charco las carnes seguirán siendo las reinas. Tendrán numerosos cortes de cerdo, vaca, buey y ternera, con diferentes maduraciones e infiltraciones. También dispondrán de ensaladas y una amplia variedad de productos de temporada. «La línea seguirá siendo la misma: productos de calidad a buen precio y servidos de la mejor manera posible».

Como aval, la experiencia en las brasas de Juan Antonio, que lleva cocinando en ellas desde hace más de dos décadas. A él, un enamorado del mundo de la carne, también le atrae incluir de vez en cuando otros cortes exóticos como avestruz, cocodrilo o potro. «Aunque nos hemos tomado un periodo de reflexión, hemos decidido seguir porque los clientes nos lo demandaban», resume el cocinero y nuevo propietario.

La venta El Charco abrió en el año 2002 en Los Romanes (una pedanía perteneciente en La Viñuela) y desde el primer momento ha contado con una amplia clientela tanto de la zona como amantes de la buena carne que se desplazaban todos los fines de semana desde Málaga y otros puntos de Andalucía. Su fundador, Miguel Fortes, era un hostelero de los de toda la vida. «Un hostelero rústico», como lo define su hija. Criado en un bar, también fue el responsable de El Chambao de Levante, un chiringuito de secano que estaba en el mismo pueblo pero que incluso tenía arena para que los clientes se sintiera como a orillas del mar Mediterráneo. «La hostelería ha sido su vida, pero a sus 70 años ya le ha llegado el momento de descansar», añade Noelia.

Ahora, la futura reapertura del establecimiento ya ha generado una gran expectación en todo el entorno. Tanto que el sábado día 15 ya están prácticamente completos. Antes de volver a colocarse los uniformes, ambos se muestran agradecidos a la vez que nerviosos. Aunque la continuidad de la clientela está prácticamente asegurada, no se quieren confiar y desean que todo vaya como antaño. «Todo el mundo nos llama para desearnos suerte y pedirnos mesa». No es mal comienzo.

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