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Estefi Martínez en la terraza de La Chancla
«Mi zona de confort es la barra de un bar»

«Mi zona de confort es la barra de un bar»

Conocida por su marca Pedrita Parker, Estefi Martínez es una de las ilustradoras del momento gracias a su ingenio y desbordante humor ‘malaguita’

CARMEN ALCARAZ

Domingo, 23 de abril 2017, 22:22

Irreverente, natural, ingeniosa y muy malagueña. Así es Estefi Martínez, la creativa que está detrás de Pedrita Parker, una joven difícilmente clasificable que realmente ha sabido construir su castillo con las piedras encontradas en el camino.

Periodista y polifacética, Martínez trabajó como reportera gráfica en este periódico, una etapa durante la cual surgió el famoso nombre de su alter ego en referencia a Peter Parker (alias Spiderman). «Siempre iba a todos lados con la cámara. Eso y mi afición a los cómics y al rollo friki, dio lugar al sobrenombre entre mis compañeros», apunta la ilustradora. Pero a diferencia del personaje de Stand Lee y Steve Ditko, esta superheroína no debe sus poderes a la picadura de una araña, sino al trabajo, el esfuerzo y la dedicación. Eso sí, como marca el guión, nuestra protagonista cuenta con un fiel compañero, Javi, su compinche en el trabajo y la vida junto a quien se estrenará dentro de pocos días como mamá de Eneko, el cuarto pasajero (su perra Mindy le lleva la delantera) que está impaciente por salir.

Martínez ha trabajado con multinacionales como Coca-Cola, Beefeater, Ikea o AENA, tiene su propia marca, y además colabora siempre que tiene ocasión en temas sociales. Por eso no es de extrañar que el día que fijamos nuestra cita venga de entregar a imprenta un nuevo libro y vaya a inaugurar una sala con ilustraciones suyas en la Casa de Ronald McDonald. «Tengo una agenda de político», comenta animada.

La charla comienza acompañada de unas croquetas de bacalao, morcilla y cocido, que nos introduce en el particular universo gastronómico de la pareja. «Para nosotros la comida es muy importante, nos une mucho. Nos encanta hacer escapadas gastronómicas y descubrir lugares a través de su cocina. Siempre recordaré lo que me dijo (Javi) la primera vez que comimos juntos en un restaurante: Eso es lo que me gusta de ti, que sabes comer. En aquel momento pensé que me estaba llamando gorda...».

Aunque reconoce que ahora mismo no puede dedicarle demasiada atención, su afición culinaria también se deja ver en los fogones con un estilo tan libre y espontáneo como su dibujo. «En la cocina también me gusta inventar, probar nuevas cosas e ir innovando, pero reconozco que nunca he hecho un puchero... y me da miedo la olla exprés». Los entrantes continúan con la llegada de una minibuguer bien hecha para ella, y petit foie para nosotros, una creación del restaurante que combina foie con crema de queso, fresa y crocantes, y que resulta increíblemente deliciosa.

Su pasión por la cocina viene de cuna. Sus padres fundaron uno de los primeros restaurantes de carne a la brasa en Torre del Mar. «La gente pensaba que estaban locos por apostar por la carne en una zona de pescado». Pero esto, además de mejorarle el paladar, también le enseñó a esforzarse y saber qué era lo que realmente quería, trabajando durante fines de semana y vacaciones hasta que se marchó a Estados Unidos con 23 años. «He crecido allí, entre los fogones, por eso siempre digo que mi zona de confort es la barra de un bar, pero por la parte de delante, que la de atrás la conozco y es muy dura».

Peleando como una chica

Martínez pertenece a una nueva ola de ilustradoras con personalidades como Raquel Córcoles (Moderna de Pueblo), Ana Belén Rivero, Laura Santolaya (P8ladas), Anastasia Bengoechea (Monstruo Espagueti) o Flavia Álvarez (Flavita Banana), entre otras. «Nos conocemos todas y hay muy buen rollo. Se están haciendo cosas muy buenas».

A pesar de ello, afirma que en España aún permanece la idea de que la ilustración es un arte menor. «Fuera se respeta mucho más. Tengo pendiente salir, pero quiero seguir creciendo a nivel nacional». No obstante, confiesa que las redes sociales han democratizado el proceso, visibilizando este tipo de contenido y a la amplia audiencia que lo consume, por lo que las empresas han comenzado a apostar por ellas.

Recomendados por la camarera, que se muestra atenta en todo momento, nos decantamos por la ensalada templada de cous-cous, una de las estrellas de la carta, fresca y llena de sabor. Mientras, hablamos del que será su nuevo libro, No eres tú, soy yo, que me he dado cuenta de que eres lo peor, de Lunwerg Editores.

Martínez afirma que este libro, que sale a la venta el 30 de mayo pero ya puede adquirirse en preventa a través de Amazon, cambia de registro respecto a sus otros dos trabajos, Esa cosa (extraña) llamada amor y Tómatelo con Karma. «En este trabajo he tenido mucha más libertad, y hay cosas muy chulas y divertidas, más yo. La verdad es que estoy muy contenta con el resultado, lo he disfrutado mucho y creo que a la gente le va a gustar. Pero aviso, ¡no es para niños!».

Con el buen rollo que nos ha acompañado durante toda la comida llegamos a la última etapa del almuerzo, una lubina en salsa de cítricos que nos deja por un buen rato callados y disfrutando del pescado y del plato que hemos elegido como guarnición, patatas bravas con mucho «rock and roll», como afirma la pareja.

Aunque no tenemos tiempo para el postre, el sabor de boca no puede ser mejor. Al más puro estilo de la reina Pecas, Estefi Martínez se despide entre frases hilarantes y luciendo esa sonrisa que siempre la acompaña. Mientras se aleja, una nube de ideas parece brotar de su cabeza. Así son los genios, siempre creando.

En dos palabras

-¿Qué plato podrías comer sin cansarte? -Las croquetas de mi abuela. He establecido mi marca en diez, pero apostaría a que han sido muchas más.

-¿Cuál es el secreto para una comida perfecta?-El rock and roll. Tanto en la compañía como en los alimentos.

-¿Qué menú recomiendas para afrontar un día duro? -En días duros no me acuerdo casi ni de comer. Pero si hago un parón rápido: sándwich mixto y Cola-Cao.

-¿Una receta que te salga bien?

Siempre digo que mi cocina es efímera y de intuición. Miro las recetas y las customizo con lo que haya en la nevera. Al final no se parece nada a la original y, aunque esté buenísimo, no soy capaz de repetirlo.

-¿Con quién te gustaría compartir mesa?

-Por ejemplo con Eneko Atxa. En él nos inspiramos para elegir el nombre del bebé y me encanta su cocina.

-¿Qué plato de la cocina malagueña reivindicas?

El gazpachuelo. Cuando vivía en EE UU me preparé una olla enorme y estuve comiendo una semana.

-¿Qué alimento no falta en tu nevera?

-Últimamente las limas porque nos hemos aficionado a la comida thai.

-¿Algún secreto gastronómico (in)confesable?

-Reconozco que cuando viví en EE UU me aficioné a los sándwiches de mantequilla de cacahuete y mermelada, ¡y eso que pensaba que era una guarrería!

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