La cata de la Estación

La localidad de Haro, ubicada en la Rioja Alta, se ha convertido por segunda vez en la Capital del Vino de La Rioja. La semana pasada tuvimos la ocasión de disfrutar de un acontecimiento en Haro, que en tan solo dos años de vida se ha convertido en una cita obligatoria para prescriptores y todos aquellos grandes aficionados, que puedan permitirse desplazar un fin de semana a la capital del vino de La Rioja como se considera a la ciudad de Haro y disfrutar de unos grandes vinos, tapas extraídas del recetario tradicional riojano, además de diversas actuaciones culturales organizadas exclusivamente para este excelente evento.

Todo empieza gracias a la unión de 7 emblemáticas bodegas agrupadas alrededor de la estación de ferrocarril de Haro. Enclave primordial, pues hace casi 100 años fue la semilla por donde brotó lo que hoy consideramos la D.O. La Rioja.

Los siete bodegueros se agrupan en torno a una Asociación de Desarrollo Turístico (ADT) con el objetivo de promocionar todo el entorno en donde se ubican y demostrar a periodistas y aficionados en general, la excelente salud que gozan y la tremenda importancia que supone sus vinos en el ámbito de esta denominación de origen.

Las bodegas R. López de Heredia Viña Tondonia, Gómez Cruzado, La Rioja Alta S.A., Bodegas Bilbaínas, Muga, Roda y CVNE dedicaron un día para que 200 periodistas especializados de todo el mundo e importadores pudieran catar algunos de sus próximos vinos mediante una experiencia y apuesta sin precedentes hasta ahora.

Los enólogos de cada bodega exponían cuatro vinos de diferentes parcelas, vinificados por separado y cada catador con una probeta podía realizar el coupage que estimase oportuno. Después el enólogo exponía su propuesta y estaba dispuesto al reto de cada uno. Terminada esta ingeniosa cata. Las bodegas estaban abiertas para visitar y dialogar con los responsables de cada uno.

El fin de semana la cata estuvo abierta al público en general. Incluso Renfe habilitó trenes especiales hasta Haro.