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Lunes, 21 de septiembre 2015, 22:07
Mercadillo en Water Street, Nueva York. Una calle cercana a Wall Street, que desemboca en la zona en la que se sitúan los ferries que llevan a la Estatua de la Libertad. Medio centenar de puestos de comida, como los se que pueden ver repartidos por toda la ciudad. Posiblemente Nueva York sea la ciudad que nunca duerme, pero también la que siempre come. Y entre estos pequeños restaurantes de comida... un cartel que llama la atención al visitante. ¡Oreos fritas! ¿Oreos? La galleta que casi todo el mundo conoce y que hay que abrir para chupar su contenido y para luego comerse los dos trozos que lo rodean. ¿Fritas? Pues sí, y con azúcar glas por encima. Lo que bien puede parece un descubrimiento es una forma de comer la exitosa galleta que lleva haciéndose muchos años en Estados Unidos. En la calle y en las casas. La sorpresa gastronómica pasó del aprobado; están buenas, sí, pero no como para volverse loco. No obstante, la facilidad de hacerlas ha hecho que Internet esté llena de recetas y consejos para hacer algunas variantes. En Estados Unidos tienen éxito. Aquí tienes una sencilla receta para poder experimentar qué se siente al comer esta galleta de esta nueva forma genuinamente americana.
Ingredientes: Galletas óreo, un huevo, 1 tazón con masa de crepes (o el rebozado que más te guste), aceite vegetal, azúcar glas. Preparación: Básicamente, rebozar las óreo previamente congeladas en la masa que prefiramos y freír en abundante aceite durante unos minutos .
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