ANTONIO GUERRERO
Viernes, 17 de abril 2015, 11:27
Analizaba hace unos días junto a un grupo de estudiantes las características de las alianzas entre empresas, sus causas, sus tipos y sus ventajas e inconvenientes, y cómo era importante que este acuerdo voluntario entre partes en el que cada una comparte algunos de sus ... recursos y capacidades permitiera una mejora en el desarrollo del negocio de todas las empresas, que fuese beneficioso para todas las partes.
Publicidad
La perspicacia de los estudiantes les llevó a cuestionarme algunas dudas, que me tomo la libertad de compartir con ustedes, acerca de la alianza, que en principio puede parecer sorprendente y que llevamos viendo desde hace unos días en diferentes soportes publicitarios, la del chef marbellí con doble estrella Michelin, Dani García, y una cadena multinacional del fast food. ¿Es un error o una oportunidad? Esta fue la primera cuestión de debate. A priori parece difícil saberlo, aunque en principio aventuro a pronunciarme que quien más tiene que ganar es McDonalds, ya que su imagen de comida de relativa calidad se mitiga uniéndole la prestigiosa de una cocinero innovador, de gran reconocimiento y cuyo platos están al alcance de muy pocos.
¿Qué gana entonces Dani García? A parte del tema económico, no sabemos si en el proceso de creación, que se habrá tenido que adaptar a las operaciones de McDonalds, habrá podido aprender procesos, sistemas y técnicas de gestión que le permita mejorar las operaciones de sus restaurantes, quizás en este punto haya tenido un buen aprendizaje. Y su imagen, ¿se verá afectada? No se terminaba de entender cómo un cocinero de la alta cocina, y por tanto cuidadoso de las buenas materias primas y la elaboración meticulosa de sus platos, se aliase con una empresa paradigma de la eficiencia y rapidez, e incluso cuestionada por nutricionistas y amantes de la buena cocina. Este punto debemos contemplarlo desde el carácter innovador que tienen estos cocineros, que están rompiendo con esquemas tradicionales y arriesgando en sus aventuras. Romper tabúes, como el mismo Dani García ha comentado, es decir, seguir siendo disruptivo.
¿Quién pierde más si la hamburguesa no gusta? McDonalds posiblemente busque más el beneficio en su imagen de empresa que pone al alcance de todos la alta cocina que la repercusión de la nueva hamburguesa en su cuenta de explotación, y Dani García, el reto de ver cómo una de sus creaciones se consume por un público que de ninguna otra forma la probaría. Si no tiene éxito no parece que afecte a los clientes tradicionales de ninguno.
En definitiva, que en este siglo XXI la creciente competencia, la evolución de los mercados y de los clientes, lleva a las empresas a hacer cosas diferentes más allá de su manera tradicional de competir, para de esa forma no perder el paso, y establecer acuerdos comerciales y alianzas, nuevos esquemas colaborativos, les permitirá avanzar con menos riesgos.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Te puede interesar
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.