CARMEN ALCARAZ
Sábado, 10 de diciembre 2022, 00:05
Como es habitual en todas las celebraciones, la Navidad se festeja también en las mesas malagueñas. A las recetas propias de los días señalados, como ... la sopa de picadillo o el cordero asado, se suma una selección de delicias dulces que se disfrutan a lo largo de todo el periodo.
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Al llegar diciembre numerosos obradores, confiterías e incluso conventos ofrecen sus propuestas golosas que, si bien en algunos casos pueden adquirirse durante todo el año, tienen en estas fechas un encanto especial.
Borrachuelos, roscos de vino o turrones forman parte de un listado que, no obstante, es solo un esbozo, ya que en cada pueblo se disfruta de sus propias especialidades. Incluso los diferentes obradores llevan a cabo estas recetas de siempre en versiones con solera o, gracias a su versatilidad, apostando por la innovación sin perder el sello de la tierra.
El origen de los mismos es tan diverso como su variedad. Mientras que el mazapán y el turrón parecen tener ascendencia árabe &ndashasí lo reconoce el Consejo Regulador de las Indicaciones Geográficas Protegidas del Turrón de Jijona y Alicante&ndash, los mantecados y polvorones son más recientes, con especial arraigo en la campiña andaluza, y su ingrediente característico es la manteca de cerdo.
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A estos se suman otros dulces que se han incorporado en los últimos años a la mesa navideña como el panetón o panettone, sobre cuyo origen existen varias versiones, pero todas ellas se remontan a varios siglos atrás en Milán.
Por su parte, el roscón de Reyes, aunque pueda dar lugar a confusión, no tiene nada que ver con el niño Jesús ni la adoración de los Reyes Magos, sino que es un dulce asociado a Las Saturnales romanas, que se celebraban en diciembre para conmemorar el nacimiento de un nuevo período de luz y el final del duro trabajo en el campo.
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Vengan de donde vengan, lo cierto es que la Navidad ofrece la cobertura perfecta para dejarse caer de lleno en esta dulce tentación.
Mantecados y polvorones
Hablar de mantecados y polvorones en Málaga es hablar de Antequera. La ciudad del Torcal rivaliza con Estepa por ser la cuna de los mismos, lo que, según aseguran, acredita un antiguo fresco pintado en el techo del salón de plenos del Ayuntamiento de la localidad.
Debido a su bajo coste, el mantecado se convirtió en el dulce favorito de los antequeranos en el periodo navideño. Posteriormente dio el salto a la comercialización fuera de la región a mitad del s. XIX, cuando el ferrocarril permitió llevarlo hasta Madrid y las fábricas de la ciudad se convirtieron en proveedoras de la Casa Real.
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Las empresas que fabrican mantecados en Antequera son numerosas y exportan sus productos a toda España y el extranjero.Además de las archiconocidas firmas La Antequerana o La Perla, otros nombres propios son Sancho Melero, Torcadul, Primitivos Antequerana, Los Antiguos Aguilera, San Pancracio, Panadería Santiago o Artesanías de Antequera.
El convento de Belén (clarisas) y el convento de las Descalzas los elaboran de forma artesanal. Por su parte, el convento de la Encarnación (carmelitas) también realiza dulces especiales navideños, aunque no mantecados.
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Además de Antequera, estos dulces se pueden encontrar en otras localidades como Málaga, Archidona, Canillas de Aceituno, Ronda, Cómpeta o Alcaucín.
En cuanto a los polvorones, son considerados una variante de los mantecados. En este caso, se diferencian porque en su elaboración, además de los ingredientes característicos de los primeros, llevan trozos de almendra. De igual modo su forma es más alargada y más ovalada, y van recubiertos de azúcar en polvo o azúcar glas.
Las mismas empresas citadas suelen incluir en su catálogo los polvorones, cuya receta lleva menos manteca, más harina y menos cocción, entre otras diferencias.
También son fundamentales los alfajores, de origen árabe y elaborados con almendras, aunque en la actualidad se realizan con otros frutos secos como los pistachos o los piñones.
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Yemas del Tajo
Hechas a base de yema de huevo y azúcar, las yemas del Tajo son una referencia en Ronda. Estos dulces que, aunque se consumen todo el año aumentan su venta en estos días, son elaborados por Confitería Las Campanas, ubicada en la céntrica plaza del Socorro, que cuenta con su patente desde los años 30.
A lo largo de estas décadas la receta se ha mantenido sin cambios para ofrecer el sabor y la textura de siempre, porque, como dicen desde la confitería, el secreto está en el cariño.
Roscos de vino
Otro estandarte de los dulces navideños son los roscos de vino. Su elaboración difiere de otras recetas precisamente por contar con vino, preferentemente moscatel, entre los ingredientes principales, lo que le imprime su particular sabor.
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Algunas de las firmas con más solera son Framancha, en Monda, Industria Confitera Colmenar (Artesanos Angulo), que comercializa marcas como El Cautivo o El Cid, entre otros, y Hermanos Montañez, ubicada en El Palo. Junto a los roscos tradicionales, en Montañez cuentan con una gama gourmet, sin agujero y con más presencia de almendra y vino denominada 'delicias Montañez' y que debe su nacimiento al chef Martín Berasategui, que propuso reinventar la receta con un toque más creativo.
Turrones artesanales
Y aunque todo lo mencionado está muy bien, si hay un protagonista por excelencia en estas fechas son sin duda los turrones.
Pese a que la tradición repostera de este producto se ubica en la zona de Levante, con las D. O. de Jijona y Alicante, en la provincia hay muchos establecimientos que elaboran de forma artesanal estas delicias típicamente navideñas. De este modo, en suma a los tipos mencionados, que muchos fabricantes malagueños elaboran allí por exigencias del consejo regulador, hay tantos estilos de turrones como creativos sean sus artesanos.
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Uno de los imprescindibles de estas fiestas son los turrones de Mira, tanto los que realiza Ignacio Mira (Dimas Mira e Hijos) y vende en las tiendas de calle Larios o Císter, como los de Fernando Mira que pueden adquirirse en calle Andrés Pérez o Compás de la Victoria. De igual modo Fernando cuenta con Libo, una línea 'premium' de especialidades pensadapara los más sibaritas.
También son imprescindibles, por calidad y creatividad, las propuestas de la confitería rondeña Daver, que cuenta con un amplio repertorio de turrones artesanos, desde los más clásicos como chocolate, yema o mazapán a los más innovadores como nata y nueces, praliné con pistachos, trufa o praliné con cacahuetes salados. Para facilitar la elección &ndasho mejor dicho, poder prescindir de ella&ndash, las variedades se presentan en tabletas convencionales, en barritas de distintos sabores o en minisurtidos.
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Originales y deliciosos son también los turrones de Ramos, elaborados con productos malagueños y adheridos a la marca promocional Sabor a Málaga. Estos se presentan en tabletas y lingotes con sabores como de torta de algarrobo; vino de Málaga y pasas; lima y aguacate; vino dulce Zumbral y jazmín o mango, entre otros. Las propuestas se suman a las más clásicas para satisfacer todos los paladares.
Panettones
Estos dulces italianos se han convertido por méritos propios en uno de los favoritos de las navidades malagueñas.
Ñanduti by Dora Ortiz es una de las referencias en la ciudad de estos panes dulces. Cada año elabora nuevas y creativas versiones. En esta ocasión junto al clásico de frutas confitadas y pasas pueden disfrutarse otro de chocolate Caramelia y nueces pecanas garrapiñadas, para los más golosos, o de chocolate Guanaja 70% y cerezas amarenas, el sabor más original.
Completan el surtido otros productos navideños que prepara especialmente el obrador de Ortiz, como turrones artesanos o cremas de untar de dulces y frutos secos.
Por su parte, Ramos presentó durante la Feria Sabor a Málaga su panettone de edición limitada elaborado con turrón de torta de Algarrobo, con toques de naranja y de cacao.
Otros lugares donde deleitarse con las mejores versiones de las delicias italianas son obradores como Horno de Leña Martín o establecimientos italianos como Caramello Salato, de Raffaella Pánico, donde destaca especialmente el panettone relleno de crema de pistacho, y si los quieren importados de Italia, el restaurante Terra Mia o La Dispensa Italiana.
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Roscones de Reyes
Aunque cada vez se estila más comerlo a lo largo de las fiestas, el broche de oro de la Navidad corre tradicionalmente a cargo del roscón de Reyes.
Es difícil elegir un solo sitio para disfrutar de este dulce que no solo está buenísimo en todas sus versiones, sino que además tiene el aura especial del día de Reyes.
Si hay algo tradicional en las casas malagueñas, es que cada familia tiene su roscón de referencia, siendo capaces incluso de hacer largas colas y reservar su preferido con días de antelación.
Desde clásicos como los de Pathelin, Lepanto, La Exquisita, Aparicio, Daza, El Colmenero o La Canasta hasta innovadores y sorprendentes como el que el chef del AOVE, Daniel García Peinado, que el pasado año lanzó uno elaborado con masa madre de semillas de olivo y aceite de oliva virgen extra, diferente y saludable. Siguiendo su línea de trabajo, en Harina y Arte los venden rellenos de crema de pistacho, galleta Lotus, tarta de limón, dulce de leche, oreo, turrón o bollicao. Aunque parte del encanto es acudir a los establecimientos y deleitarse con los aromas, colores y texturas, muchas empresas ofrecen envíos por mensajería a través de sus propias páginas webs, así como la opción de comprarlos a través de tiendas 'on line' especializadas.
Como suele decirse popularmente, para 'bajar' todas estas delicias dulces nada mejor que 'digestivos' propios de la época.
Uno de ellos es sin duda el aguardiente de Ojén, un destilado de prestigio mundial por su excelente fórmula que se inventó durante el siglo XIX. Su fama fue tal que, de buscar la palabra 'Ojén' en el diccionario de la RAE, sale este anís como definición, además de tener su propio museo en el municipio.
En su receta original se destilaba vino de viñas locales, madera de enebro tostado, ramas de anís y agua de la fuente del pueblo. Actualmente lo comercializa Finca La Giralda.
Para los que les gusten los monográficos, el licor de turrón o la crema de turrón de Libo son un obligado. Estas bebidas se elaboran artesanalmente, como todos los productos de la firma, concentrando en una copa «todo el sabor de la Navidad».
Otros clásicos necesarios son la mistela y el resoli, licores que se realizan en municipios como Arriate, Alfarnate, Cuevas de San Marcos y Cuevas Bajas.
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