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Marcos Granda: el compromiso con la excelencia

Apasionado de la buena mesa, obtuvo su primera estrella Michelin para Skina en 2008. El pasado año ganó otra con Clos, su salto a Madrid. La pasada semana inauguraba nuevo proyecto en Asturias

Miércoles, 20 de noviembre 2019

Marcos Granda (Sotrondio, Asturias, 1976) contagia su pasión por la sala y por el producto. Es marca de la casa. Meticuloso, vehemente, comprometido, entusiasta… Desde que en el año 2004 se enamorara de aquel pequeño local entre la calle Aduar y Rafina del centro ... de Marbella. Después de tres años trabajando en Londres, este asturiano aterrizó en la localidad malagueña para hacer un curso de sumillería en la escuela Bellamar. Al final, su currículum superaba los requisitos exigidos y todo aquello quedó en una mera anécdota. Nunca pensó que ese sería el germen de lo que hoy es su vida. Entonces, echó el ancla en la ciudad y aún no la ha levantado. A pesar de que los comienzos no fueron fáciles. Le decían que estaba «colgado». Apenas servían mesas los primeros meses. Se veían pocos clientes en el restaurante. Sin embargo, Marcos Granda no quería dejar de remar. Contra viento y marea si hacía falta. Confiaba de lleno en aquel local que un día ocupara el restaurante Messina y por el que apostó desde el minuto uno. No se equivocó. La Guía Michelin se fijó en ellos en 2008 para condecorarlos con su estrella. No daban crédito. Ni Granda ni mucho menos su familia y su equipo. Le costó convencerlos de que aquel sueño podría hacerse realidad. Y se hizo. A pesar de los ochenta metros cuadrados que hacen de este uno de los restaurantes con estrella Michelin más pequeños de Europa... O gracias a ellos.

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