Diez minutos antes de levantar la persiana, Mami Posada ya suele tener una cola de clientes apostados en la puerta. El establecimiento de comida para llevar, ubicado en Cruz de Humilladero, se ha convertido en apenas unos meses en lugar de visita obligada para vecinos ... y foráneos por lo singular de su oferta. A diferencia de otros locales similares repartidos por toda la provincia, en este negocio local presumen de elaborar a diario más de 50 platos caseros.
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El establecimiento dirigido por la familia Gallego se localiza en la calle Alcalde Díaz Zafra y basta hacer un repaso por sus principales datos para hacerse una idea de lo atípico de su modelo. El local dispone de 360 metros cuadrados, una enorme cocina a la vista con 18 fuegos, da empleo a 17 personas (entre ellos un carnicero propio) y en él cocinan hasta 70 platos diferentes cada día, tanto de cocina tradicional como de corte más moderno.
Al frente de los fogones se sitúan Miguel Gallego y María Posada y sus hijos Miguel y Antonio, que todos los días llegan al local a las 6 de la mañana para comenzar a preparar las diferentes elaboraciones. Ellos presumen de preparar todos los platos desde cero, a fuego lento, como se ha hecho siempre, y con productos de primera calidad que traen de Mercamálaga y del propio matadero. «Con nuestro negocio queremos hacer una defensa de la cocina tradicional, de la comida con la que nos hemos criado, que por desgracia se está perdiendo», lamenta Miguel padre.
Aunque Mami (acrónimo de María y Miguel) Posada abrió el pasado mes de abril, sus orígenes se remontan 17 años atrás, cuando María Posada abrió un pequeño establecimiento de comida para llevar en Ciudad Jardín. Dos años después se trasladó a Cruz de Humilladero, a la cercana calle Ciudad de Andújar. Durante años trabajó en un local de apenas 67 metros cuadrados que se les quedó pequeño y por eso decidieron apostar por un espacio mucho más grande que les ha abierto un mundo de nuevas posibilidades. El establecimiento ha sido diseñado por el estudio de interiorismo de Paco Lago.
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Los responsables del negocio aseguran tener clientes que acuden a diario para evitar tener que cocinar. De hecho, consideran hacer una labor social por la cantidad de personas mayores que atienden en el barrio. Pero no solo eso. Hasta el negocio acuden personas desde diferentes puntos de la provincia, incluso desde Fuengirola o Marbella. «Vienen una vez a la semana y compran la comida para toda la semana, que luego la congelan», apuntan.
A nivel gastronómico cuentan con una carta diferente cada día, de martes a domingo, que complementan con sugerencias fuera de carta en función de lo que encuentren en el mercado. La oferta está basada en platos clásicos y tradicionales, aunque cada vez tienen más tirón algunas creaciones modernas. Entre los clásicos no fallan el gazpachuelo, las migas, los callos o las ensaladas, en función de la temporada; aunque también tienen mucha fama el pollo teriyaki, el rulo de pollo con bacon, dátiles y piña o la merluza a la vasca. Los platos se venden por raciones o medias raciones, que oscilan entre los 2,80 y los 6 euros.
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Mami Posada también cuenta con una carta específica para eventos, fundamentalmente para atender cumpleaños y eventos privados, aunque también para comuniones o incluso bodas. En dicha carta ofrecen, entre otros, paella, arroz caldoso con marisco, solomillo con diferentes salsas o bacalao al ajillo (uno de los 'must').
Uno de los puntos fuertes del establecimiento es su decoración y diseño. El concepto de diseño -apuntan desde el estudio de Paco Lago- se inspira en la textura de la cáscara de huevo y su amplia gama cromática. En el local predominan los tonos marrones y verdosos, que se utilizan para crear «una conexión visual con la naturaleza y los productos frescos que se ofrecen». Mami Posada cuenta con una cocina abierta que permite apreciar todo el proceso que sucede tras el mostrador. Además, se ha integrado la vinculación con el campo a través de un mini huerto que acompaña la caja registradora.
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Uno de los clásicos de la cocina para llevar. En este establecimiento la realizan con diferentes ingredientes: solo de patatas, con cebolla o con cebolla y pimientos. El precio de la tortilla es de 5 euros (4,50 euros sin cebolla), aunque también la preparan en versión mini por 3,75 euros (o 3,25 sin cebolla).
Elaborado con pollo y jamón. Es otro de los platos clásicos más demandados del establecimiento. Su precio es de seis euros, aunque también sirven media ración (sólo un trozo) por 3,50 euros.
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Uno de los platos de cocina creativa que tienen más aceptación entre los clientes. Va acompañado de salsa de miel y piña y cuesta seis euros la ración. Confiesan que es uno de los más demandados durante las fiestas navideñas. Cuesta 6 euros.
Con gambas, manzana, lechuga y bocas de mar. Esta original ensalada la ofrecen fuera de carta y solo cuando los aguacates que hay en el mercado reúnen las condiciones óptimas de tamaño y maduración. Actualmente es una de las más llamativas durante el verano. Cuesta 4,90 euros la ración.
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