Juan Carlos Narbona: «Málaga es la punta de lanza en mercado e innovación gastronómica»

-En 25 años Narbona Solís ha evolucionado mucho. ¿También la esencia?

-No, yo creo que lo más importante es haber crecido manteniendo la identidad de ser una empresa familiar. Mis padres tienen 81 años, y aunque no estén activos, siguen al tanto de los proyectos nuevos y nos ayudan y apoyan en las decisiones. Eso es vital para nosotros.

-¿Cómo empezó todo?

-Empezó en Sierra de Yeguas, de donde es mi familia. El primer negocio que montamos fue la fábrica de quesos El Torcal, cuando yo tenía 19 años, y en paralelo la división de vinos, que se desarrolló mucho y hoy es la insignia de Narbona Solís.

-Pero siguen diversificando sus productos.

-Sí, actualmente tenemos división de vinos, de alimentación, de destilados y coctelería... Tenemos un catálogo de 12.000 referencias, y vamos creciendo y ampliando también provincias. Tenemos delegaciones en Sevilla, Granada, Córdoba y Málaga, y nuestra sede principal y plataforma logística la montamos en Antequera por su situación estratégica.

-En 25 años el panorama gastronómico ha cambiado muchísimo. ¿Cómo han vivido esa revolución?

-El sector ha experimentado un cambio muy importante, pero además, dentro de Andalucía, Málaga es la punta de lanza en mercado e innovación gastronómica. Nosotros empezamos con cinco bodegas, y hoy tenemos en el catálogo artículos como plancton marino, algo que hace 10 años era impensable. Eso da idea de la evolución que hemos vivido.

-¿Cuál ha sido la clave para haber crecido tanto?

-No hay otra clave que el trabajo día a día y la humildad. Nosotros ahora tenemos 32 comerciales a los que les decimos siempre lo mismo: el cliente es lo más importante, y el objetivo darle siempre un buen servicio. Mi hermano Pepe Narbona, que lleva la logística, se enfrenta a ese reto a diario. Nosotros trabajamos 24-48 horas con un pedido de un cliente, de lunes a sábado. Ya tenemos organizados los siete días de reparto en la Costa del Sol para junio, julio y agosto de 2020, y todo para intentar buscar esa cercanía, porque los tiempos cambian y el cliente tiene que competir y necesita un buen servicio.

-Trabajan en cuatro capitales con acceso restringido al centro histórico. ¿Se tienen en cuenta las necesidades de distribución?

-Bueno, se van haciendo avances pero en todo caso nosotros tratamos de adaptarnos; es una cuestión de organización.

-Para el XVI Salón del Vino regresan a Antequera.

-Para nosotros este salón es muy importante, y desde el primer momento tuve claro que quería volver a los orígenes, a Antequera, para recordar de dónde venimos y agradecer todo el apoyo que hemos recibido en nuestra comarca dándole ese foco. Los hoteles de la zona llevan tiempo comentándonos que están a tope de reservas, eso para nosotros es una gran satisfacción.

-¿Me puede anticipar contenidos?

-Por supuesto nos hemos volcado. Vamos a tener una cata vertical de Dom Perignon y otra de Do Ferreiro con añadas bastante buenas, vamos a ronquear un atún de Balfegó para degustar y repartir a nuestros clientes. Hay también una ponencia con Don Bocarte sobre anchoa del Cantábrico y un concurso de coctelería con brandy. Es un programa intenso y esperamos que guste.