El Gran Plaza renace como restaurante en la barriada La Paz

El Gran Plaza (el único cambio será el artículo que precede al nombre del negocio) reabrirá el próximo 12 de febrero con un amplio y variado concepto gastronómico que irá desde el desayuno hasta la cena. Abrirá todos los días a las 7.30 horas y tendrá la cocina abierta todo el día hasta la media noche. En él habrá desde churros hasta almuerzos, meriendas, cenas o copas.

Elisa Martín, una de las propietarias, explica que su marido, Juanito, es el barrio y jugaba de pequeño en la cercana plaza Mozart. Él, junto a su hermano, siempre acudía al bar de Tere para que les diera agua. Un día, hace ahora tres años, se acercó al bar y le dijo que se lo quería quedar cuando llegara el día de su jubilación. Y así ha sido.

El nuevo negocio mantendrá el nombre en recuerdo de lo que fue, aunque su oferta será mucho más extensa, al estilo de La Casita 33, otro bar que también regentan en la zona de Parque Litoral. Para la apertura han realizado una reforma prácticamente integral y contarán con una plantilla inicial compuesta por diez personas (que han sido seleccionadas en el propio barrio).

«Queremos que El Gran Plaza sea la casa de todo los vecinos, que vuelva a ser el punto de encuentro que fue en su día», resume la hostelera. Para ello, y en un claro guiño a los vecinos, una de las paredes del negocio estará decorada con imágenes históricas del barrio que han cedido los propios residentes. «Estamos muy ilusionados con la apertura porque creemos que el nuevo concepto puede tener mucho potencial», añade.

El Gran Plaza tiene una superficie de 150 metros cuadrados y contará, además, con una amplia terraza. Entre el interior y el exterior podrán dar de comer a alrededor de cien personas de forma simultánea. También colocarán tres pantallas para que los vecinos puedan ver fútbol en directo.

Los nuevos empresarios llevan siete años vinculados al mundo de la hostelería y cuentan con diferentes establecimientos tanto en el entorno de Carretera de Cádiz. Entre otros son los propietarios de La Casita 33, La Caleta, La Pepa, Caleta Beach Club y La Curiosa. Además, están poniendo en marcha un nuevo proyecto en Puerto de la Torre.

La Gran Plaza cerró en febrero del año pasado después de 55 de vinculación con el barrio. Su propietaria, Teresa, bajó la persiana por enfermedad cuando ella ya contaba con 76 años. El negocio llevaba en la céntrica calle Beethoven (junto a la plaza) desde el año 1973, cuando aún no estaban construidos todos los bloques ni había asfalto en la calzada, ya que las calles eran de gravilla.

El cierre, de hecho, provocó un auténtico cisma vecinal, ya que fue sorpresivo y se produjo sin previo aviso. De hecho, su propietaria reconoció a este periódico en aquel momento que había tomado una decisión que ni siquiera ella misma tenía pensada porque «las cosas han venido así».