Sardinas: ni en espetos ni a la plancha, esta vez fritas

«En vez de hacerlas a la plancha, por qué no hacerlas fritas. Hoy en día es un plato que no podemos quitar de la carta», comenta Miguel Ibáñez. El Bar Los Granaínos celebra sus 50 años de trayectoria. Fue fundado por su padre José Ibáñez y, actualmente, su hijo, también llamado Miguel, sigue sus pasos.

Para su elaboración, «primero, se le retira las tripas y la cabeza, se rebozan en abundante harina para fritura y luego se fríen en aceite caliente hasta que queden doradas», comenta Paco García, al frente de la cocina desde hace más de 25 años. Se sirven acompañadas de una rodaja de tomate maduro y un cuenco de alioli casero.

Un apunte gastronómico más. No pueden marcharse sin pedir los boquerones en vinagre fritos. La historia es muy curiosa. «En una ocasión nos quedamos sin boquerones frescos y no podíamos decirle a los clientes que no quedaban. Así que decidimos freír los boquerones en vinagre que teníamos y gustaron mucho», comenta Ibáñez padre mientras se pelea con un comandero electrónico tras años acostumbrado al papel y lápiz.

Los Granaínos posee dos terrazas frente al local y un pequeño salón que evoca las tabernas jerezanas con botas de vino, mesas típicas andaluzas y sillas de esparto. Además de los citados platos, se pueden encontrar frituras, pescados a la plancha, ensaladas y arroces por encargo.