El mollete de carne 'mechá' más famoso de Marbella

Cada día, se sirven más de 150 desayunos, cifra que se eleva los fines de semana hasta superar los 250. El Bar Fiesta, fundado en 1993, está ubicado en el Mercado Municipal de Marbella, a escasos metros de la avenida principal y la emblemática Plaza de los Naranjos. Desde las primeras horas del día, las ollas están en plena ebullición y ultimando los detalles de la popular carne 'mechá', que elaboran cada día e, incluso a veces, llega a agotarse debido a la gran demanda.

En este bar, el bocadillo más popular, e imprescindible de pedir, es el 'Mechá XL'. Para ello, la carne, cabezal de lomo de cerdo, se guisa a fuego lento con cebolla, ajo, romero, orégano, tomillo, laurel, sal y pimienta negra. Luego, se cocina durante varias horas con vino fino. «Algunas veces, en temporada, añadimos almoraduz salvaje, una especie de tomillo y mejorana», comenta su propietario, Rubén Pérez, a SUR.

El pan es muy importante. Pérez apuesta por un mollete que tuesta al estilo antequerano. «No se corta, se tuesta entero, nunca partido por la mitad, para que quede crujiente por fuera y esponjoso por dentro», sentencia. Tras este tostado, el Bar Fiesta termina el bocadillo con huevo a la plancha, queso Edam o Gouda y unas rodajas de tomate.

Si bien el 'Mechá XL' destaca como el bocadillo preferido, la carta ofrece una selección que incluye el llamado Fiesta con tortilla de patatas, tomate, carne 'mechá' y alioli casero, o el cubano, compuesto de carne 'mechá', beicon, pepinillos y mostaza.

Al mediodía, el local ofrece una selección de arroces, como el arroz de setas terminado con abanico ibérico o entrecot. No hay que dejar de probar las patatas 'reliadas', unos huevos rotos con ajo, huevo, chorizo y jamón. «El 90 por ciento de nuestros ingredientes provienen del mercado. Tenemos el huerto, la lonja y el matadero a mano», explica.

El Bar Fiesta sirve desayunos, tapas y almuerzos, incluso platos de cuchara durante los meses de invierno. A día de hoy, Pérez celebra el relevo generacional, con su esposa Irene, su hermana Lola y su hija Lola, quienes le acompañan tanto en la sala como en la cocina, asegurando la continuidad de la tercera generación de este bar.

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