-k3xF-U2301273881238lMI-1200x840@Diario%20Sur.jpg)
-k3xF-U2301273881238lMI-1200x840@Diario%20Sur.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
El espeto es una seña de identidad de la cultura gastronómica de Málaga. Lo mismo ocurre con otros platos emblemáticos, como el ajoblanco o el ... gazpachuelo, aunque estos no suelen estar fácilmente en la carta de muchos restaurantes de playa. Sin embargo, si paseamos por el litoral de Pedregalejo, nos encontramos con un chiringuito con mucha solera en el que no faltan las recetas tradicionales: Las Palmeras.
No es una novedad. En 1980, María y Bernardo Murillo, junto a sus hijos, decidieron abrir el restaurante ubicado en este barrio popular malagueño. A lo largo de los años, han conseguido ganarse al público local a través de una cocina basada en productos de calidad y, sobre todo, muy marinera.
En 2020, Enrique, su nieto y tercera generación de este negocio familiar, tomó las riendas del restaurante con la ayuda de su padre. Su trayectoria profesional, en un principio, poco tenía que ver con la hostelería. Sin embargo, mientras compatibilizaba sus estudios de ingeniería con el trabajo en el restaurante, descubrió su pasión por la gastronomía.
«Al final, queremos que el cliente piense en Pedregalejo y piense en Las Palmeras. Esa es nuestra finalidad: ofrecer calidad y buen producto», comenta Murillo. La cocina marenga ocupa un lugar protagonista en esta casa. Cada día, un nuevo plato: sopa de rape, gazpachuelo, cazuela de fideos con pintarroja o sopa de marisco. En definitiva, «una cocina nacida de manos de mujeres en cocinas de carbón de sus casamatas a pie de playa, entre piedra y arena», añade.
La carta es dinámica y cambia diariamente, detallando la procedencia de cada producto. Salmonete XXL de Estepona, urta y pargo de Conil, lubina y dorada salvaje, gamba roja de Garrucha, coquinas, bolos y almejas de las costas malagueñas.
Dirección Paseo Marítimo El Pedregal, 97, Málaga
Teléfono 952 29 73 79
Precio 32 euros
«Cuando compras directamente en la lonja, ves el producto y te lo llevas de primera mano. Recién pescado. Solemos adquirir las gambas del último barco, porque están más frescas, más vivas, su carne totalmente transparente y de una frescura incomparable», explica Murillo.
El espeto es su gran atractivo. No solo de sardinas, sino también de dorada, voraz, urta, pargo, pata de pulpo o carabineros. Primero, los carabineros se presentan al cliente y luego se ensartan en la caña para asarse a las brasas de la barca situada frente a la terraza exterior del local.
Merece la pena probar el trío de quisquillas que preparan en vivo y en directo. Se presentan en tres versiones: en salmuera, cocidas y a la plancha. El juego de texturas y sabores hace que cada comensal se decante por una u otra opción.
Este espacio, donde antaño residía la bisabuela de la familia, está ubicado junto a unos antiguos almacenes. Hoy, con una clara apuesta por diferenciarse del resto de chiringuitos, Las Palmeras prioriza la calidad y los productos de la lonja, manteniendo una filosofía «del barco a la mesa», con productos frescos procedentes de las costas andaluzas, desde Almería hasta Huelva.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.