Cocido maragato, el puchero que se come al revés en Mijas

Pero hay más que destacar, el llamado relleno. Unas croquetas elaboradas a base de pan rallado, clara de huevo y carne desmenuzada del propio cocido. Después de moldearlas y freírlas, se sirven acompañadas de los embutidos y las variadas carnes empleadas para el caldo como la morcilla, la gallina, el lacón, la pata, el morro, la oreja, el chorizo y el tocino de cerdo. Algunos comensales, incluso, las reservan para añadirlas en la sopa final.

Su nombre, algo curioso, procede de la comarca de Maragatería, en la provincia de León, pero también se disfruta en Astorga, lugar de nacimiento de la familia Alonso, al frente de este establecimiento. Según la historia, los lugareños transportaban las diferentes carnes en una fiambrera y, al llegar a la hostería después de una largo viaje, solicitaban calentar la sopa mientras comían la carne. De ahí, el puchero que se come al revés.

Muy diferente al cocido montañés, típico de Cantabria, que se elabora con alubias blancas, berza y embutidos de cerdo, o el sustancioso cocido madrileño.

Además, Las Llaves reivindica el servicio de sala con flambeados a la vista del cliente con recetas como el solomillo strogonoff, el steak Diane, el cerdo al estragón o, para los más golosos, las bananas flambé o las fresas a la pimienta.

Un apunte más. Aquí no faltan los productos típicos de Castilla y León como la cecina servida con pimienta blanca, berros y ajos encurtidos o los asados, cordero o cochinillo, al horno castellano con leña que siempre recibe al comensal tras pasar la puerta de entrada.