'Unidos': gastronomía y amistad como vacuna contra el desánimo

Las reservas se agotaron en pocas horas. El precio del cubierto era de 170 euros, reservas obligatoriamente a mesa completa de seis u ocho comensales por motivos de higiene y seguridad. Y se quedó gente con las ganas.

El evento 'Unidos', una cena conjunta ofrecida anoche por los restaurantes Bardal (2 estrellas Michelin), Skina (2 estrellas Michelin), Messina (1 estrella Michelin), Sollo (1 estrella Michelin) y José Carlos García (1 estrella Michelin) en el local de este último en el Muelle Uno, era una de las pocas ocasiones de vivir una experiencia gastronómica a lo grande este verano. Pero, más allá de la posibilidad de disfrutar de la indudable calidad de la cocina de los chefs Benito Gómez, Mauricio Giovanini, Diego Gallegos y José Carlos García; de la selección especial de vinos de Marcos Granda, incluyendo un PX Convento de Toro Albalá de 1946, y de un servicio de sala a cargo de enormes profesionales como Granda, Pía Ninci, Lourdes Luque y Marco Trujillo, la calurosa respuesta de los asistentes supuso también un abrazo, un aplauso, una muestra de apoyo a los restaurantes convocantes.

Así lo entendieron los protagonistas, y por eso a mediodía de ayer, en pleno proceso de preparación, la cocina de José Carlos García parecía, salvo por la complejidad de lo que se cocinaba y por la asepsia de quirófano con la que se manipulaban ingredientes y utensilios, la de una casa en una reunión de amigos.

Emoción, euforia, algo de nervios, concentración, pero también bromas, anécdotas y muchas ganas de agradar. «¿Ya tenías 'mono', no?», preguntaba Diego Gallegos a Benito Gómez, concentrado junto a su mujer, Merche Piña, en la 'mise en place'. Gómez no ha podido abrir su Bardal este verano por la caída del turismo en Ronda. Los demás sí. «Nosotros no podemos quejarnos, aunque la situación es muy incierta para todo el sector», reflexionaba Marcos Granda.

«Esta iniciativa surgió de forma muy espontánea, en una ocasión en que Benito, Diego, Marcos y yo nos reunimos a comer después del confinamiento, y hablamos de quedar un día en casa de alguno y cocinar nuestro mejor plato para disfrutarlo todos», relataba José Carlos García. «En un momento alguien dijo que sería genial hacerlo para nuestros clientes, y lo demás fue buscar el mejor momento. Decidimos hacerlo en domingo porque casi todos cerramos ese día, y yo ofrecí mi casa por la amplitud del comedor y la posibilidad de abrirlo a la terraza, porque ahora la obsesión por la seguridad es obligatoria», añade.

El grupo ha contado con la colaboración de Pilar Candil, de Lima Comunicación y Eventos. Candil, organizadora de acciones como Chefs & Kids, piensa que este tipo de reuniones son «un antídoto contra el desánimo en tiempos difíciles». «Está claro que hay que adaptarse a unas condiciones muy difíciles y restrictivas que hemos observado rigurosamente, pero noches como la que se va a vivir hoy (por ayer) aquí suponen una inyección de ánimo tanto para los profesionales como para el público», explica.

El menú reunió lo mejor de cada casa, o mejor dicho, de las propuestas de temporada de cada chef. En los aperitivos, el bombón de parfait de ave 'label rouge' de José Carlos García, la infaltable chipá de Mauricio Giovanini, aceituna frita rellena de morcilla de esturión de Diego Gallegos y sopa de hierbas y tapioca cítrica de Benito Gómez. Para seguir, caviar de Riofrío con crema de coliflor y hierbas y esturión confitado con crema de tubérculos y jugo de vegetales de Gallegos, aguacate a la brasa con jugo de maíz picante y presa ibérica asada con trigo ligado con crema de jamón de Benito Gómez, y quisquilla con jugo de pimientos asados de José Carlos García, que también se ocupó del postre, chocolate blanco especiado y tejas de miel. Un menú que Granda redondeó con maridajes sorprendentes como una sidra de hielo para un plato salado. Un menú para una fiesta de amigos unidos por el amor a la profesión.