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A la fuente de la plaza del Obispo, histórico manantial del siglo XVIII, le ha salido una pequeña competidora con nombre italiano a apenas unos ... metros de distancia. La Fontana, en referencia al monumento que preside la zona, es un nuevo restaurante italiano que acaba de abrir sus puertas en el local que antes ocupaba La Taberna del Obispo.
El nuevo establecimiento, ubicado en el número 1, esquina con la calle Molina Lario, es propiedad de Damián Caneda y de Isam Bouayad, dos hosteleros que buscan renovar la oferta gastronómica del entorno. El local cuenta con una superficie de 180 metros cuadrados y en él trabajan de forma inicial 14 personas. El negocio cuenta con 22 mesas en el interior y otras 20 en una amplia terraza con vistas a la Catedral.
El local de La Fontana se ha reformado por completo para que su interior se asemeje a una tradicional trattoria romana, donde el blanco, el rojo y el verde son los colores predominantes. Se especializa en platos típicos italianos, sobre todo pastas frescas y pizzas. En la carta del establecimiento también hay una gran variedad de pastas rellenas y para la elaboración de los platos sólo utilizan ingredientes originales de aquel país, como la harina, los quesos o los embutidos.
Damián Caneda, que era también el responsable del anterior negocio de hostelería que había en el local, asegura que tenían ganas de darle un giro al establecimiento. Propietario también de la taberna La Malagueña, en la otra esquina de la plaza, explica que la comida italiana es muy demandada y con este nuevo restaurante logran complementar la oferta que ya dan en el otro y no solaparse.
La Taberna del Obispo era uno de los negocios más antiguos de todo el entorno, ya que abrió sus puertas en el año 2000, «con la primera carta aún en pesetas», recuerda el empresario. Pese a lo complicado que resultan los cambios, los empresarios se muestran ilusionados y agradecidos por el recibimiento que están teniendo durante los primeros días de apertura al público.
Entre los platos que ofrecen en la carta se localizan también algunos guiños al Balneario, del que el empresario malagueño también es socio. Así, los clientes pueden pedir unos taglioni Balneario, elaborados con ajo, langostinos, guindilla, calabacines y nata (al precio de 15 euros); o unos taglioni Adolfo, con ajo, verduras salteadas, langostinos y un toque asiático (15 euros). De momento también tienen muy buena acogida los espaguetti carbonara que elaboran con la receta tradicional sin nata y los ravioli de cordero con tomillo y salsa.
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