Su padre, Pepe Cobos, ha convertido El Pimpi en una institución en Málaga que supera ya los 200 empleados. Él le inculcó la pasión por ... la gastronomía, el producto de la tierra y el buen servicio, siempre con una sonrisa por delante. Hoy, ella no sólo sigue su estela sino que, a su vez, también ha hecho que su nombre sea un pilar más de la hostelería malagueña.
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Actualmente consejera delegada de El Pimpi, Elena Cobos inició su trayectoria profesional en 1999 en A.G. Consultores de Dirección. Cuatro años más tarde crearía su propia asesoría, pero en 2007 algo le empujó a dejarla: los lazos familiares tiraban más y cedió a la propuesta de su padre. Se encargó entonces de liderar la renovación que la bodega ha experimentado en los últimos años, creando además La Sole del Pimpi, que junto a la 'casa madre' fusiona con un aire moderno la cocina asiática y la malagueña, de la mano de una coctelería de autor.
No se ha estancado. El pasado año continuó impulsando la marca: junto a sus socios, inauguraba en Marbella el primer Pimpi fuera de la capital. Asimismo, como secretaria de la Fundación del mismo nombre, promueve numerosas iniciativas solidarias en la ciudad.
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