El divertido zasca de Dani García a Pablo Motos en 'El Hormiguero'

Algo que seguro que sería incapaz una de las comensales que le dieron el día al marbellí en la boda de Sergio Ramos y Pilar Rubio. Él fue el encargado de la cocina aquel 15 de junio de 2019. Según contó, fue un reto «increíble» y «salió genial de no ser por dos comensales que nos dieron la noche», advirtió. «¿Quiénes?», preguntaba Pablo Motos. El marbellí no tuvo inconveniente en decir el primer nombre, aunque esperando que no estuviera viendo el programa: Victoria Beckham. «Cambió todo el menú. Y cuando haces un esfuerzo, no solo nosotros, los novios y todo el equipo, por hacer un menú único, da pena. El suyo era a base de verduras», apuntó, añadiendo alguna manía más de la esposa del futbolista británico: «Tenía agua de coco constantemente, un bol de caramelos y gel hidroalcohólico, cuando aún no había pandemia. No había visto algo así nunca».

Pero, ¿quién era el segundo comensal que dio la noche al equipo de Dani García? El mismo Pablo Motos. «Después de currarme una hamburguesa de wagyu con mi salsa bull, que es brutal, me dice que quiere la salsa aparte. Como un niño pequeño», explicaba el marbellí con sorna. El presentador restaba importancia al asunto: «Tampoco te di tanto por saco ¿no? Al final qué hice ¿Quitar ingredientes?». García supo cómo zanjarlo: «Hay que crecer gastronómicamente». Motos no pudo reprimir la risa añadida a cuenta de su estatura. «Hay que crecer», se decía él mismo.

Y es que no faltó el buen humor este lunes en 'El Hormiguero'. ¿Tortilla con o sin cebolla? «La de verdad es sin cebolla», sentenció el cocinero marbellí. ¿El plato más rico y a la vez sano? «Un centollo». ¿El lunes se puede pedir pescado? «Seguramente habrá buen pescado, pero es mejor no pedirlo». ¿Y si el Rey llama para reservar en uno de sus restaurantes y está completo? «Me guardo mesas mágicas todos los días, porque todos los días pasan cosas así», contestaba Dani García, haciendo hincapié en que, en estos casos, se tendrán que conformar con la mesa que quede. «La de al lado del váter», comentaban entre risas Trancas y Barrancas.

Pero también hubo tiempo para la seriedad. Especialmente, al comienzo, cuando Pablo Motos hizo recordar, vídeo incluido, el momento en el que el marbellí anunció a su equipo que cerraría su restaurante homónimo en Puente Romano apenas un año después de conseguir la tercera estrella Michelin. «No lo entendía nadie, pero era una cuestión de felicidad», aclaraba Dani García, por supuesto, haciendo también referencia a lo que le costó entenderlo a su madre (su eterna inspiración, no obstante) y recordando además las malas épocas, como aquella, algunos años antes de llegar a la cima de la Guía Michelin, en la que hasta tuvo que vender el coche.

Ahora quiere llevar la restauración «a otro nivel»: «Hay un mundo más allá de la alta cocina». Casi tres años después de aquel borrón y cuenta nueva para emprender un ambicioso plan de expansión, «ha pasado mucho más de lo que conté, yo creo que el equipo está feliz», consideraba Dani García, hoy con una veintena de restaurantes a nivel nacional e internacional a través de sus marcas Leña, BiBo, Lobito de Mar, Babette, Dani Brasserie, Casa Dani y Smoked Room, con el que obtuvo en Madrid el pasado año dos estrellas Michelin en apenas seis meses desde su apertura.

Sin olvidar su sello de delivery La Gran Familia Mediterránea, gracias al que especialmente sabe mucho de los gustos los clientes. «Los datos son oro», avisaba el marbellí, desgranando detalles a la hora de elaborar las cartas: «Lo más barato se pone al principio», «si el nombre es feo no se pide», «siempre hay una historia detrás de cada nombre»… Al final todo se resume en «dato, intuición y sentido común». «La gente necesita sentirse como en casa». Es algo que siempre ha tenido claro Dani García, ahora ya con 1.200 empleados sólo en España. ¿En el horizonte? «París, Ámsterdam, Dubai, Miami, tal vez Marrakech», avanzaba. Aunque lo más inmediato será esta misma semana: Alelí, su nuevo italiano en el hotel Puente Romano de Marbella. Y antes de que acabe el verano verán la luz otros dos más, también en su ciudad natal: Kemuri y Tragabuches. Aún hay para muchos más 'Hormigueros'.