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La fórmula es la misma que usaba su bisabuela, aunque el nombre que lleva este producto es el de su madre. Rafael Téllez llevaba ya varios años dándole vueltas a la idea de comercializar una crema de ajoblanco, que se viene haciendo en su familia desde hace cuatro generaciones. Los ingredientes vienen a ser similares a los de muchas masas para hacer un ajoblanco tradicional, aunque en esta pequeña empresa de Benamocarra presumen de mantener las proporciones que consideran idóneas.
Almendras, ajo, pan, aceite (vegetal, pero no de oliva), limón, vinagre, agua y sal son los productos con los que se elabora hoy esta crema de ajoblanco, que, tras años de pruebas, ha salido al mercado este verano. Con el nombre comercial de 'Doña Amelia', se distribuye hoy especialmente en la comarca de la Axarquía, aunque cada vez más se puede encontrar en tiendas gourmet o de barrio.
«Llevo años haciéndola para mi familia y para los amigos como crema y siempre me decían que les encantaba, así que decidí dar un paso más y empezar a comercializarla», explica Rafael Téllez, biznieto de la creadora de esta fórmula. Para este pequeño empresario de Benamocarra la clave no sólo está en las proporciones sino también en los ingredientes, que, en la medida de lo posible, son de cercanía. Sin ir más lejos, el pan procede de un obrador de su propio pueblo. El ajo y la almendra suelen ser de Vélez-Málaga y otros municipios de la Axarquía. El aceite no es de oliva, ya que, en opinión de Rafael, no daba el resultado idóneo para esta crema.
También conocida como porra blanca en muchos pueblos, esta crema es la base con la que normalmente se elabora un ajoblanco. De hecho, es uno de los usos recomendados por el fabricante. «Se le puede añadir agua fría en la proporción que sea idónea para la textura que se quiera», comenta. Hasta un litro y medio de ajoblanco puede salir con esta base.
Sin embargo, no es ni mucho menos el único uso gastronómico de esta crema, que puede ser un untable idóneo para muchísimos aperitivos, pero también para otras elaboraciones. Rafael Téllez se refiere incluso a la cobertura de un conejo para asarlo así, como le ha comentado ya algún cliente. Como entrante, puede venir bien a cualquier tostada, a la que se le puede añadir una anchoa o alguna otra conserva de pescado. «A mí particularmente, como más me gusta es rellenando un pimiento del piquillo asado», añade Rafael.
Otra opción sugerida por la empresa es como un aperitivo para 'dipear' con zanahoria o pepino, al igual que se hace con un 'hummus' de garbanzos.
En la actualidad, sólo se comercializa un tarro de cristal con 200 gramos de crema de ajoblanco. Su fecha de consumo preferente es relativamente amplia, aunque, una vez abierto, se recomienda guardar en el frigorífico y gastarlo en un período máximo de cinco días.
La crema de ajoblanco Doña Amelia se puede comprar en la tienda on line de esta pequeña empresa y también en distintos establecimientos comerciales de Benamocarra, a un precio mínimo de cinco euros. Fuera de la localidad se puede encontrar en el supermercado Covirán de Triana, la tienda de Trops en El Trapiche o la charcutería El Camino Viejo, en el centro de Vélez-Málaga.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Ignacio Lillo | Málaga
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