Secciones
Servicios
Destacamos
Emilio Morales
Viernes, 1 de noviembre 2024, 23:38
Ya llovió, y todos hemos sacado la manguita larga, y es hora de ir dándole la alternativa a la montaña, que los paseos marítimos han tenido su momento de gloria este verano. Es tiempo de ventas, y la capital (también la provincia, pero da para un suplemento) siempre se ha caracterizado por tener muchas alternativas de calidad para no solo disfrutar de un plato de los Montes, sino también unas migas o un cuchareo que comienza a apetecer en estas fechas. Como dato curioso, el origen del famoso plato comienza a principios del siglo XX. En aquella época, los arrieros que cruzaban en burro los montes de nuestra provincia con un montón de animales necesitaban hacer un alto en el camino para reponer fuerzas, ya que proporcionaban la energía necesaria para combatir el frío y el cansancio del camino y aguantar los jornales de trabajo. Había que empapar. Por otro lado, las migas tienen su origen mucho más lejano. Se empiezan a ver en las cocinas romanas, en la Edad Antigua. Se elaboraban con rebanadas de pan mojado salteadas con grasa y carne de diferentes animales. En definitiva, platos instaurados que ahora tienen varios nombres, pero que son una alternativa muy dominguera para disfrutar de la gastronomía de la ciudad. Te recomendamos restaurantes en los que comerte los que consideramos imprescindibles. ¡Que aproveche!
Es posiblemente la venta más famosa de toda la provincia, y es por ello que debe estar la primera. No podemos renunciar a los clásicos. Famosa por su arroz caldoso, en el que incluso puedes encontrar sangre cuajada (ojo, sabe mejor de lo que se lee) con una gran presencia de clavo y abundante, calentito y rico. No obstante, el plato de los Montes siempre es una gran opción. También puedes convertirlo en un plato campero, que sí que podemos definirlo como un completo. Las migas y el cuchareo están bastante bien, pero desde aquí te recomendamos que vayas a por los dos protagonistas. Apartando la comida a un lado por un momento, otro de los motivos por lo que esta venta es tan popular es por haber acogido durante muchos años, hasta 1989, las Fiestas de Verdiales, a las que acudían cada año, el 28 de diciembre, miles de personas.
Esta quizá no la conocías, pero apúntala porque tiene productos que son difíciles de encontrar. En la carretera de los Montes de Málaga hay una gran cantidad de oferta de platos de montaña contundentes y baratos. Entre todas las ventas, unas más arriba y otras más accesibles, una de las que tiene más historia es la Galwey, situada tras el Puerto del León. La venta se hizo popular rápidamente por estar situada justo en la salida hacia Granada, por donde circulaban carretas y monturas a diario hace cientos de años. Además de unas vistas silvestres sanadoras, en este local se pueden comer no solo las típicas migas, el lomo en manteca y platos de los Montes sino también carne de caza. No en vano, es una de sus especialidades. Allí se pueden probar, por ejemplo, el jabalí en salsa de almendras o un venado que se deshace en la boca.
En el Camino del Colmenar. Esta, que era una venta al uso desde hace mucho tiempo, ha dado un giro hacia convertirse en restaurante y hotel, en el que aparte de poder comerte los platos típicos –muy atentos al de los Montes– también puedes disfrutar de una carta más amplia. Suelen hacer eventos y cuentan con fiestas con música en directo. Se han renovado, vamos. Es una buena opción para echar un día completo porque, aparte de su gastronomía, el enclave y las actividades invitan a un tardeo de los que hay pocos en la ciudad. La cocina se basa en la gastronomía tradicional malagueña pero con inspiración actual. En los entrantes destacan platos típicos fiel reflejo de la cocina de los Montes de Málaga: gazpachuelo, potajes, aliños o migas. Dispone también de buenos pescados aunque la oferta es más limitada, pero no por ello menos interesante.
Va de tapada, ya que no es una de las más laureadas o conocidas, pero es una venta con una oferta gastronómica muy interesante. Este restaurante no especula ni inventa, pero lo que hace lo hace bien. Ofrecen la cocina tradicional de su zona, situada en torno al pantano del Agujero. Entre sus recetas, nunca falta el arroz caldoso, considerado como el plato estrella de la casa (un servidor te dice que está para repetir). Tiene su gracia. Se sirve en la mesa en la misma cazuela en la que se ha cocinado para que se lo sirvan los propios comensales. Otras alternativas son las migas, el lomo en manteca o el plato de los Montes, con una manteca contundente y sabrosa.
Vamos a volver a salir un poco de la capital. Te voy a dar una pincelada de una venta de provincia a escasos 20 minutos para que te envuelva la montaña y tengas que coger un polar calentito. El Ventorrillo Patascortas, en Casabermeja, muy cerca de la Torre Zambra, se puede comer en sus salones rústicos, que son muy acogedores y te transportan a la vida en el campo. Para pedir, no te líes, migas y carnes a la brasa, aunque también puedes tirar de clásicos, el lomo en manteca está muy bueno. Te sorprenderá la decoración del lugar, eso sí, llama antes de ir para gestionar tu reserva. No queremos sorpresas.
Publicidad
Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Ignacio Lillo | Málaga
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.