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El Último Mono, en la tarde de este lunes. Cristina Pinto
Cierra El Último Mono: el café de Málaga con el que creció la Generación Z

Cierra El Último Mono: el café de Málaga con el que creció la Generación Z

Los propietarios anuncian su despedida para el 30 de octubre «porque es necesario descansar», justo cuando cumplen 12 años de su apertura en el Centro de la ciudad

Martes, 22 de octubre 2024, 00:32

Lo de este lunes en calle Duende ha sido algo «casi inexplicable». La cafetería El Último Mono no ha dejado de recibir visitas y mensajes en esta cuenta atrás de su despedida, que será oficial el próximo 30 de octubre, justo cuando se cumplen 12 años de su apertura en calle Santa María. Desde 2020 trasladaron su refugio a calle Duende (uno de los callejones de calle Nueva) y allí mismo dicen 'adiós' por un motivo que nada tiene que ver con subida de alquiler ni falta de clientela, según asegura uno de sus propietarios, Sergio Moreno: «No hay nada raro, tenemos buena relación con los propietarios y esta despedida es sólo una cuestión de una necesidad de parar; hemos vivido doce años a piñón y queremos disfrutar lo que hemos conseguido. Necesitamos vivir y es el momento de buscar cambios y nuevos retos, cuando vives algo con tanta pasión llega un punto en el que todo se desborda», explica el socio fundador en una conversación con SUR.

La avalancha de mensajes entre los malagueños desde que el domingo anunciasen el cierre es incesante. Esta cafetería ha sido una de las pioneras del Centro de la capital en ofrecer café de especialidad y un producto diferenciado del resto con zumos y dulces caseros. Eso es algo que confirma su clientela, que gran parte pertenece a esa Generación Z que ha crecido en las tardes en calle Santa María y posteriormente en calle Duende. «Venía cuando estaba en el colegio y hasta ahora que tengo 27… Estos días, hasta que cierre el 30, intentaremos venir lo máximo posible», confirma Margaux Hadj, una de las «fieles veteranas» de El Último Mono que este lunes no quiso perder la oportunidad de tomarse un café allí al enterarse de la noticia del cierre: «Siempre nos llevaremos un pedacito de esta cafetería en el corazón».

C. Pinto

Todo el 'merchandising' está siendo de lo más reclamado en las horas posteriores al comunicado: las camisetas con el logo, las tazas y cualquier recuerdo son los recuerdos más deseados por sus clientes. «No para la venta, hasta el café, que lo tostamos nosotros, tenemos miedo de que no llegue hasta el día 30», comenta entre risas el socio de la cafetería Sergio Moreno. «La realidad es que todo está siendo muy emotivo y duro a la vez porque nos dicen que esto es una pena, pero queremos que la gente se quede con todo lo que hemos disfrutado y que vivan estos últimos días que nos quedan. Hemos avisado con tiempo porque queremos cerrar bien esta etapa», añade el propietario.

Ambiente en El Último Mono. Cristina Pinto

Café tostado por ellos, zumos naturales exprimidos y batidos al momento y galletas y brownies casetos. Pero, desde El Último Mono, están convencidos de que la clave del éxito de estos años ha estado en el trato con la clientela: «Siempre hemos creado comunidad, forjamos buena relación con los vecinos y ha sido habitual tener conversaciones con nuestros clientes cada vez que venían. Nos hemos preocupado por ellos», destaca Sergio Moreno.

Pioneros en Málaga

Cuando Víctor Pérez y Sergio Moreno emprendieron su camino en este negocio allá por 2012 no imaginaban que se convertiría en un sello para los malagueños. «Queríamos implantar en nuestra ciudad un modelo de cafetería que veíamos fuera y nos gustaba; la gente nos decía que cómo iba a triunfar el café para llevar y, al final, es lo que está por toda la ciudad…», recuerda los inicios Sergio Moreno. Desde que están en calle Duende, es Lorena Rivera la que está al frente del negocio junto a Sergio: «Justo en ese momento Víctor decidió parar y se unió Lorena, que desde el primer momento estaba junto a nosotros y era como 'el pegamento' de nuestro negocio», confiesa Moreno.

Han sido doce años muy intensos de trabajo y muchos trabajadores los que han pasado por allí y han marcado «el corazón» de muchos los clientes. «Esto no es sólo nuestro, cada trabajador que ha pasado por aquí ha sido parte de la esencia y de ese buen recuerdo que tienen ahora todos los que se lamentan por nuestro cierre», concluye Sergio Moreno, que vive con intensidad últimos días de El Último Mono, que se despedirá oficialmente del Centro y de Málaga este próximo miércoles 30 de octubre.

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