El chuletón de buey más grande del mundo se degustará en Torremolinos

La pieza ha ido a parar al restaurante Selvática, un nuevo establecimiento que abrió durante la pandemia y que nada más entrar por la puerta ya fue reservada por un grupo de personas para darse un buen homenaje. En concreto, el chuletón se lo comerá un grupo de 16 personas que pagará 1.100 euros por él.

El encargado de distribuir tan magna pieza es la empresa vasca Okelan. Tras 40 años de oficio, reconocen que nunca habían visto «una preciosidad de animal de este porte». El buey fue llamado Mazinger, en alusión al famoso personaje animado de ficción de los años 80, es de raza minhota y se ha criado en León a base de maíz, maíz ensilado y pastos. En el momento del sacrificio tenía 10 años y había pertenecido a una familia «que lo trataba como una mascota».

Aunque no existe ningún registro oficial de chuletas, uno de los responsables de la empresa, Aitor Nuñez, confiesa que «no existen registros de una chuleta tan grande». Una vez que la tuvieron en sus manos, supieron que era una pieza única y que su destino debía estar a la altura. Y por eso pensaron en Selvática, un negocio nuevo que en poco tiempo se ha convertido en uno de sus principales clientes. «Cuando se lo ofrecí a Agustín (uno de los propietarios) no dudó en quedárselo; no dio opción para conversar nada más», reconoce.

El tal Agustín es Agustín Faciabén, el encargado de las compras en este negocio familiar ubicado en la calle Belice. El empresario, que muestra la pieza a este medio con una sonrisa en la cara, confiesa que para ellos también ha sido una sorpresa. «Te lo imaginas de una forma, pero cuando lo tienes en las manos es mucho más espectacular», dice mientras hace fuerza con las dos manos para que no se le caiga.

Sin apenas darle tiempo de informar a sus clientes, explica que el chuletón ya tiene dueño: un grupo de 16 personas de un grupo inmobiliario al que, a buen seguro, se le hizo la boca agua al ver las primeras imágenes. «Es una pieza impresionante; no tenemos platos para servirlo y hemos tenido que comprar una fuente especial», reconoce el empresario. Y la parrilla... la podrán utilizar de milagro, ya que la pieza la ocupa por completo. «Una carne así irá acompañada de pimientos del padrón y mazorcas de maíz», avanza.

Sobre la adquisición, explica que han comprado cuatro chuletones, aunque la que ya tienen reservada es la más grande de todas. Las otras tres oscilan entre los 9 y los 10 kilos y tampoco cree que vayan a tener problemas a la hora de comercializarlos. «La gente, en cuanto se entera, lo quiere porque es una carne espectacular».