Los camperos malagueños conquistan Francia

Obligado a emigrar a Francia muy joven, la aventura empresarial de este malagueño comenzó en el año 2017 en Saint-Michel-De-Maurienne, un pequeño pueblo ubicado en los Alpes. Allí abrió un restaurante sobre ruedas para atender a los hambrientos esquiadores y su éxito fue abrumador. Pese a ser un bocadillo desconocido para la gran mayoría, la elevada demanda de platos le animó a seguir creciendo.

Además del referido food-truck, en la actualidad cuenta con dos restaurantes en Bourg-En-Bresse y en Modane, y ya planea dar el salto a la vecina Lyon, en donde espera estar instalado el próximo mes de septiembre. «Desde siempre me ha gustado llevar a mi tierra por bandera, y de esta forma me mantengo un poco más cerca de Málaga», confiesa.

La empresa de este malagueño se llama Campero's y aspira a crecer por todo el país vecino mediante el modelo de franquicia. El de Modane ya lo es, y el próximo de Lyon también lo será. «Quiero crecer por toda la región, aunque quién sabe si algún día estaremos por toda Francia», se imagina. En total, la compañía cuenta ya con diez personas trabajando.

Daniel asegura que todo el que lo prueba, repite; y que incluso malagueños que han ido a su local le reconocen que el sabor es el mismo que el que se puede degustar en cualquier sitio de la ciudad. Como fiel defensor de su tierra, también oferta papas asadas y molletes antequeranos que elabora él mismo.

Las personas que entran por primera vez a su restaurante (donde una enorme bandera andaluza les da la bienvenida) se piensan que es un sitio de pizzas, pero pronto descubren que no es así. Detalla que en aquella zona se consumen muchas hamburguesas, pizzas y paninis, pero que la gente ya comienza a estar algo cansada de lo mismo y agradece algo novedoso. «No tenemos competencia», presume.

En su restaurante ofrece siete camperos distintos, aunque el de pollo es la estrella. Él lo prepara a la forma tradicional, con jamón, queso, tomate, lechuga y le añade un alioli casero. También son muy reconocidos el americano, que lleva carne de buey, queso, cebolla, tomate y patatas fritas dentro del pan; y el vegetariano, al que le pone tomate, cebolla, berenjena y pimientos fritos «como los hacía mi abuela».

Daniel lleva casi toda su vida en Francia, ya que tuvo que emigrar muy pronto por el trabajo de sus padres, pero a pesar de ello no ha perdido su esencia malagueña y visita su tierra cada vez que tiene oportunidad. Por eso, una de las cosas que más le gusta hacer cuando esta en Francia es hablar a los clientes sobre los platos de su tierra. «Les explico que el campero es un plato muy popular allí, pero ellos no terminan de entender todo lo que significa en Málaga». Made in Málaga allende Los Alpes.