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Benito Gómez SUR.ARCHIVO

Benito Gómez: el sabor de la libertad

Dos años después de conseguir la estrella Michelin con Bardal, llega a la segunda con su consolidada cocina sin etiquetas

Miércoles, 20 de noviembre 2019

No entiende de etiquetas, ni de corsés, ni de reglas, ni de barreras. La filosofía de Benito Gómez (Barcelona, 1976) es la libertad, y trabajar ... cada día partiendo de cero. Así entiende la cocina, y así la guisa en ese oasis de Ronda llamado Bardal. Nunca mejor dicho porque lo suyo son los guisos, los fondos con base, la consistencia, el sabor: «Qué le voy a hacer, yo disfruto pelando cebollas y haciendo caldos». Ese es su estado natural. Es fácil encontrarle ahí. Con las manos en la masa. Se confiesa «cabezón». Gracias a ello subió al firmamento Michelin hace dos años. Apenas uno después de abrir el restaurante. Este barcelonés afincado en la ciudad del Tajo consiguió levantar de nuevo el antiguo Tragabuches y en el mismo lugar que ocupara le devolvía el brillo con Bardal. No fue casualidad: había trabajado durante cuatro años en el establecimiento rondeño. Tenía una espinita emocional que hacía especial la gesta.

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