![Los beach club desplazan a los chiringuitos tradicionales en la costa de Marbella](https://s1.ppllstatics.com/diariosur/www/multimedia/2023/04/27/BONOBEACH-RMZlCQviNSjnm2lQEfUX9TP-1200x840@DiarioSur.jpg)
![Los beach club desplazan a los chiringuitos tradicionales en la costa de Marbella](https://s1.ppllstatics.com/diariosur/www/multimedia/2023/04/27/BONOBEACH-RMZlCQviNSjnm2lQEfUX9TP-1200x840@DiarioSur.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Las tradicionales barcas de espetos ya no forman parte fundamental del paisaje marbellí. Salvo contadas y honrosas excepciones, las sardinas han sido sustituidas por tatakis ... en el litoral occidental y los platos típicos de cualquier chiringuito han derivado en comidas de diseño pensadas para el público de mayor poder adquisitivo que frecuenta los nuevos clubes de playa. Los históricos chiringuitos Los Cano o Arenal Beach, por solo poner un ejemplo, han sido sustituidos por otros como Luuma Beach y Ocean Club. Algo similar a lo que también hicieron Trocadero, Playa Padre, Nao Pool o Nosso.
De momento, la zona centro de Marbella es la única que resiste el empuje de estos modernos locales de playa. Los nuevos empresarios -entre los que se encuentran grandes cadenas a nivel internacional- prefieren espacios más grandes y ubicados en zonas más tranquilas como Las Chapas o el entorno de Puerto Banús. En este nuevo mapa de restaurantes también se están posicionando las zonas de San Pedro e incluso Estepona, donde está prevista la apertura de una discoteca Pachá.
Emilio Peñalver es el propietario de uno de los pocos establecimientos tradicionales que aún resisten a pie de playa en la zona de Las Chapas. El responsable del chiringuito Las Flores confiesa que actualmente hay diferentes grupos a la caza de ofertas para hacerse con la propiedad de los pocos locales que quedan sin modernizar. Son ofertas mareantes, de las que te hacen pensar. Pero él ha decidido seguir con su negocio tradicional y no escuchar esos cantos de sirena. «Hace un par de años me hicieron una oferta pero no quise ni escuchar el precio», asegura.
Este profesional, que lleva al frente del negocio desde el año 1980 y ahora trabaja rodeado de estos nuevos beach club, lamenta que «lo están absorbiendo todo» y considera una pena que cada vez queden menos sitios tradicionales donde poder comerse un pescaíto típico de la bahía. «Cuando todos sean beach club, mucha gente no se lo podrá permitir», razona. En su caso continúan ofreciendo a sus clientes las típicas paellas, sardinas y boquerones que le han dado fama internacional al destino Costa del Sol. «Marbella está cambiando mucho pero nosotros no queremos perder nuestra identidad como restaurante».
Uno de los que no aguantó la tentación fue María Isabel Domínguez, antigua propietaria del chiringuito Arenal Beach, negocio con más de 35 años de historia a sus espaldas y que este verano reabrirá convertido en beach club. Aunque asegura que lo vendió por enfermedad, no esconde que hubo una importante puja entre varios grupos que quisieron hacerse con su propiedad. «Marbella evoluciona y uno no puede resistirse a esa evolución», se justifica.
Hasta que enfermó, ella mantuvo el negocio fiel al concepto de chiringuito tradicional y siempre respetando la máxima de calidad-precio. Ahora, con los nuevos propietarios, la factura, inevitablemente, subirá. «Muchos hosteleros deberían pensar también en las familias de Marbella y en ese turismo que no se puede permitir ir a un beach club», opina.
El espacio que deja El Arenal lo ocupará el grupo Ocean Club, que estrenará en las próximas semanas un beach club sin piscina llamado Dunes Beach Marbella. «Vamos a abrir un restaurante de experiencias, no vamos a ofrecer lo mismo que ofrecer los mismos platos que tienen otros restaurantes de la zona», avanza su responsable.
El nuevo fenómeno de los beach club lo resume a la perfección Juan Manuel Burón, empresario que recientemente ha abierto el chiringuito Casa Lola. «Están abriendo chiringuitos de mucho lujo para clientes de un poder adquisitivo muy alto». Explica que el pionero fue Trocadero, que abrió en la playa de Santa Petronila y abrió el camino al resto. «Al ver su éxito llegaron empresarios de fuera que quisieron copiarlo y mejorar el modelo».
Sin ánimo de ser alarmista, el presidente de la asociación de Empresas de Playas de Málaga, Manuel Villafaina, reconoce que este fenómeno ha sido impulsado por los propios turistas, que piden espacios mejor diseñados y platos diferentes. Pese a ello, considera importante mantener el carácter tradicional de los chiringuitos. «Creo que pueden convivir los dos modelos; de hecho algunos se han modernizado y han terminado dando marcha atrás», añade. Y es que este fenómeno, aunque más visible en la costa de Marbella, también sucede en otras franjas costeras como la zona de Pedregalejo, en la capital. «Algunos empresarios se están adaptando a las nuevas tecnologías y a lo que piden los clientes», sostiene.
Sobre este asunto, Villafaina reconoce que muchos de los chiringuiteros de toda la vida se han hecho muy mayores y están dando paso a otros profesionales con otras ideas y conceptos. «Es algo que no se puede evitar, aunque hay que luchar todo lo que se pueda por la supervivencia del chiringuito tradicional». Exactamente lo mismo que opina Emilio, el propietario del chiringuito que hablaba al principio del reportaje: «Mientras yo pueda estar al frente, el chiringuito seguirá siendo tradicional; después, habrá que ver lo que se puede hacer».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
San Pedro, un barrio de Mucientes que recuerda a Hobbiton
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.