Almáchar vuelve a celebrar su Fiesta del Ajoblanco

El origen de este festejo, considerado el decano de la provincia, se remonta a 1968 y está ligado a la reivindicación por parte de los vecinos de una carretera que conectara el pueblo con Moclinejo. Para ello se organizó una excursión entre ambas localidades a lo largo de la cual las almachareñas ofrecían a los excursionistas ajoblanco hecho a mano, convirtiendo en un éxito gastronómico la protesta.

Han pasado 54 años. El mortero se sustituyó por la batidora, el pueblo cuenta con una autovía que lo conecta con otros municipios, y la Fiesta del Ajoblanco, declarada de Interés Turístico de Andalucía, congrega cada año a miles de personas que disfrutan, no solo de esta deliciosa receta, sino de todos los productos y tradiciones de Almáchar.

Sobre el nacimiento del plato, la creencia más asentada es que el ajoblanco ancla sus raíces en la Málaga musulmana. No en vano, fueron los árabes quienes plantaron los primeros almendros en la zona y comenzaron a incluir este fruto seco en sus elaboraciones. De este modo, lo que originalmente se conocía como 'gazpacho de almendra', afianzó su nombre actual gracias a la incorporación del ajo.

Sin embargo, se tiene constancia de que en la Hispania romana también se empleaban las almendras en la elaboración de diferentes guisos y ya en el siglo I el gastrónomo romano Marco Gavio Apicio mencionaba platos elaborados mojando pan con vinagre y almendras, en una suerte de ajoblanco primigenio.

Sea como fuere, nuestra sopa fría volverá a ser la gran protagonista el 3 de septiembre tras dos años de parón por la pandemia, en una ansiada edición en la que se esperan alrededor de 15.000 visitantes y durante la cual se repartirán 3.000 litros de néctar de ajo y almendras.

Además habrá talleres, bailes regionales, pasacalles, noche flamenca y la entrega de los ya tradicionales premios Ajoblanco. Como novedad este año se llevarán a cabo 'free tours' recorrer el municipio axárquico.