Ni el árbitro puede con un Málaga otra vez heroico y espectacular (0-0)

El esfuerzo del Málaga fue impresionante, manteniendo el ritmo del partido con un jugador menos. Los hombres de Pellicer dio una nueva lección de sacrificio en busca de un empate, sin renunciar al ataque, que se puede considerar de oro. Suma un punto que le permite escalar posiciones en la clasificación y le permite comenzar un periodo muy complicado del calendario con buenas sensaciones. Sufriendo, pero con cierto control del partido.

El técnico apenas sorprendió de entrada, salvo la presencia de Baturina en el lugar de Dioni. También cambió al lateral zurdo. Lo demás, todo igual. Y el arranque fue calcado a otros encuentros, con un gran trabajo en el centro del campo en busca del control del juego. El Málaga comenzó a hacerse con el partido muy pronto después de unos minutos algo más fuertes de un Zaragoza que sólo dispuso de una opción interesante por medio de Aketxe, a cuyo disparo respondió otra vez magistralmente Herrero.

Pero el dominio era cada vez mayor del conjunto de Martiricos gracias a su planteamiento, el trabajo y la presión en todas las líneas. Y llegaron las aproximaciones más o menos peligrosas, entre las que destacó una gran oportunidad de Larrubia tras un saque en largo de Herrero. El malagueño se deshizo de varios oponentes y disparó ajustado a un poste, pero Poussin despejó el balón 'in extremis'. El partido comenzaba a ser un monólogo de un Málaga mejor colocado y con más ritmo e intensidad. La siguiente ocasión fue para Manu Molina, que obligó otra vez a lucirse al portero rival.

La situación estaba siendo óptima para los visitantes en La Romareda hasta que el árbitro del partido expulsó a Kevin. Lax Franco vio la entrada del malagueño desde cerca y de inmediato llevaba la tarjeta roja en la mano para enviar al extremo al vestuario. Pero lo llamaron desde el VAR para que pudiera ver la jugada, lo que hacía prever que iba a cambiar de opinión. Sin embargo, se mantuvo en su idea de dejar al Málaga con diez hombres pese a que en las imágenes de televisión se observa que encoge la pierna en el choque y que nunca va con la planta del pie por delante. Deberá explicar qué observó en la acción. Nunca debió decretar la expulsión. Incomprensible. Un error.

El partido dio un vuelco absoluto por esta decisión y se esperaba que el Zaragoza se volcara sobre la portería de Herrero, pero no fue así. Los minutos que quedaban, más de diez, hasta el descanso fueron de nuevo para el Málaga, que incluso puso cerco sobre la portería contraria, con ocasiones para Gabilondo y Baturina. Todo quedó abierto para la segunda parte, pero con la sabida superioridad local.

Tenía que reaccionar el cuadro local, y lo hizo tímidamente, disponiendo de algunas opciones en la primera fase de la reanudación. Aunque el dominio local fue a más con el paso de los minutos y la acumulación de minutos en los blanquiazules, que estaban en inferioridad desde el primer tiempo. El choque entraba en los momentos claves, donde tendría que decidirse. Pero el Málaga nunca se rindió ni se embotelló, haciendo los jugadores un esfuerzo extra, buscando, incluso, la meta contraria constantemente.

El Zaragoza dispuso de varias ocasiones que deshizo siempre Herrero. Los ataques locales eran cada vez más peligrosos. El Málaga tenía que aguantar a toda costa y, cuando fuese posible, desplegarse en ataque. La insistencia del cuadro aragonés no estaba funcionado y los minutos pasaban hasta llegar al final con el empate inicial. Un punto ganado a base de esfuerzo y sacrificio.