
Verano de 2012. En un periodo convulso, a partir de que el jeque Al-Thani dejara de invertir en el Málaga y con una participación ... en la Champions por delante, los jugadores Cazorla, Van Nistelrooy, Rondón y Mathijsen denunciaron impagos del club, aunque pronto se retractaron. Eso no fue óbice para una visita en julio del entonces presidente del sindicato, Luis Rubiales (más tarde presidente de la RFEF) al Hotel Campoamor de Orihuela, donde se desarrollaba un 'stage' de pretemporada, en una tensa reunión.
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Todo muy diferente a la presencia este miércoles en el vestuario de La Rosaleda de David Aganzo, actual presidente de la AFE, que acudió acompañado del secretario general del organismo, el también exjugador Diego Rivas. Ambos se han encontrado otro escenario, con un Málaga que es una balsa en lo económico, con las cuentas y pagos al día, aunque bien distinto es la estabilidad institucional de la entidad, con un largo proceso judicial en torno a la propiedad, incluso las dudas más recientes sobre la permamencia en Segunda División.
Aganzo y Diego Rivas, presentes al mediodía en La Rosaleda, atendieron dudas contractuales de los futbolistas, en presencia del cuerpo técnico. Se trata de una más de las visitas periódicas que hacen a los clubes del fútbol profesional. Una cita rutinaria para informar a los profesionales también de las decisiones de una junta directiva reciente de la AFE.
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