El vídeo íntimo de Víctor Sánchez se publicó en la cuenta de Twitter del detenido y en unas horas fue compartido por otros 150 usuarios

La investigación de la Policía Nacional para esclarecer el caso abierto por el vídeo sexual del entrenador del Málaga, Víctor Sánchez del Amo, continúa avanzando. Los agentes del Grupo de Ciberdelincuencia han detenido a un hombre en Córdoba acusado de compartir esas imágenes desde su cuenta en la red social Twitter.

Tras escuchar su versión de los hechos, los investigadores lo han dejado en libertad, aunque está siendo investigado por un presunto delito de descubrimiento y revelación de secretos y será citado por el juez. Se trata de un hombre de 41 años, vecino de Puente Genil, muy activo en redes sociales en lo que a temas malaguistas se refiere.

Los investigadores tratan ahora de determinar cuál fue el primer eslabón de la cadena de la difusión. Y, según las pesquisas, la cuenta de Twitter del detenido fue una de las primeras donde apareció el vídeo, al menos en esta red social. El tuit que el investigado publicó la madrugada del 7 de enero en Twitter fue compartido a su vez por más de 150 tuiteros solo en cuestión de horas. Otros usuarios, en lugar de 'retuitear' su mensaje, lo publicaron con un tuit nuevo, creando a su vez nuevas cadenas de difusión de las imágenes.

La investigación comenzó el pasado 5 de enero, cuando el técnico, que se encontraba en Oviedo para disputar un partido con el equipo, acudió a una comisaría de la capital asturiana para denunciar que estaba siendo chantajeado a cambio de no difundir un vídeo sexual protagonizado por él. Tal y como adelantó SUR, le pedían 20.000 euros que tenía que pagar en bitcoins -moneda virtual-. Solo dos días después, Sánchez del Amo ampliaba la denuncia después de que el vídeo fuese difundido en redes sociales.

Los agentes del Grupo de Cibercrimen abrieron dos líneas de investigación. La primera están encaminada a identificar a la persona o personas que se encuentran detrás de esa extorsión inicial. La segunda busca identificar a las personas que han compartido en sus redes sociales o han enviado por mensajería esas imágenes. Es precisamente esta línea la que ya ha dado sus frutos con la detención del tuitero, aunque la policía advierte de que las pesquisas siguen abiertas.