Es obvio que el rendimiento de un jugador no justifica los males de un equipo, pero el bajón de rendimiento de Víctor Gómez es un reflejo del derrumbe del Málaga en los últimos meses. El lateral derecho cedido por el Espanyol esta temporada fue el ... futbolista más destacado del conjunto blanquiazul durante el primer tercio de competición.
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Su influencia en el juego (sigue siendo el máximo asistente de la plantilla, con 4), la diferencia de nivel con los compañeros y su excelente estado de forma le llevaron a ser citado por la selección española sub-21 en hasta dos ocasiones. Su presencia en el once titular del Málaga era de las más esperadas cada jornada, reconocido como el «mejor lateral derecho de la categoría».
Su supremacía en el carril derecho de la zaga malaguista llevó a Calero a plantear su salida al Alcorcón en busca de minutos. Pasado un mes de aquel movimiento, positivo sobre el papel porque permite a Calero ser titular indiscutible y dejar atrás la grave lesión de rodilla que sufrió con la mente puesta en volver a Málaga en junio a su mejor nivel, surgen dudas ante la necesidad de alternativas por el sorprendente desinfle de Víctor Gómez.
El catalán ha perdido su brillo y se ha empequeñecido. Ya no es el carrilero veloz e insistente en ataque que suple sus carencias en defensa con ayudas enérgicas gracias a su alta velocidad y genera peligro con centros incisivos. Nada de eso se ha visto desde hace meses ya por parte del malaguista, que apenas alcanza un nivel suficiente en labores defensivas en el mejor de los casos.
Víctor Gómez se ha convertido en habitual en las fotos de decepción que traen cada gol en contra . Sin ir más lejos, frente al Almería volvió a desatender una marca con el delantero más potente del rival, Sadiq, y el despiste dejó que rematase a placer sin oposición tras un excelso centro de Portillo. Pero lo que más preocupa sobre la bajada de nivel es quizás su pobre aportación en ataque.
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La llegada del nuevo entrenador ha podido ser una de las causas. Natxo González ha desembarcado imponiendo un nuevo orden donde pide mayor esfuerzo defensivo, lo que de forma inevitable limita una mentalidad más ofensiva. Pero estas carencias de Víctor Gómez se remontan a antes incluso del cambio de entrenador. Casi en cada partido desde que hace casi tres meses empezó esta mala racha del Málaga, Víctor Gómez no ha vuelto a ser el mismo que se vio al principio.
Su debilidad a la hora de posicionarse a nivel defensivo ha generado que en varios encuentros se haga notar una falta de sintonía clara con los compañeros de zaga, especialmente con Peybernes. A raíz de esta situación, el entrenador ha intentado meter algo de presión a Víctor Gómez para que reaccione de forma positiva.
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Lo ha hecho con la incorporación en la dinámica del primer equipo al canterano Ale Benítez, que se une a Ismael Casas como la competencia del catalán (de hecho ya fue convocado para el partido contra el Almería). Aunque se antoja insuficiente por tratarse de un filial que no ha contado en toda la temporada (a pesar de que rindió con Pellicer) y de un efectivo que no termina de encontrarse cuando le toca actuar.
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