Víctor aguantó las lágrimas al hablar de su caso de 'sextorsión'

Además de su relación con el Málaga, Víctor Sánchez del Amo también se pronunció por el asunto más mediático: el caso de chantaje, extorsión y difusión de un vídeo sexual suyo. No ofreció más detalles sobre la investigación recomendado por sus abogados y los servicios policiales, pero si enfatizó su agradecimiento a la Policía y lanzó una reflexión a la sociedad en general sobre las redes sociales y la extrema gravedad del delito sufrido.

Empezó agradeciendo a la Policía Nacional: «No sabéis cómo reconforta sentir ese servicio a nuestra disposición para ayudarnos a seguir adelante. Muchísimas gracias, máximo respeto y colaboración por mi parte para hacer su trabajo», manifestó Víctor antes de reiterar lo que ya comunicó días atrás: «He sufrido un delito por violación de mi intimidad con acoso y extorsión, que tomaron imágenes sin mi consentimiento que forman parte de mi más absoluta intimidad. Es un hecho que condeno», siguió.

Y a continuación se llegó al momento más emotivo de la comparecencia. Acompañado por todo su 'staff' pero también de su mujer en la primera fila delante de los micrófonos, quiso hacer una reflexión abierta a la sociedad para evitar «banalizar» un caso como el suyo. «Es un tema de máxima gravedad. Estamos hablando de delitos cuyas víctimas llegan a situaciones de suicidio. Los principales objetivos son menores y mujeres, es algo para tratarlo de una manera muy seria. Esto es muy importante recalcarlo. Animo a aquel que sufra este delito que vaya a la Policía inmediatamente, que hace un trabajo impresionante», aseguró. Y luego puso el foco en las redes sociales y en las personas que colaborar, de forma «voluntaria o involuntaria» con esto delitos.

«Quiero explicar que hay dos partes de delito, una la creación que corresponde a estas bandas mafiosas. Que encuentran colaborades voluntarios o involuntarios en el ámbito de la difusión, que también es un delito. La difusión de este contenido es delito. Aquí creo, estoy tremendamente abrumado, al ver las noticias de que son 900 perfiles los investigados por difundir ese contenido sin mi consentimiento. A mí se me escapa la cabeza, ¿hacia dónde vamos? ¿En qué se están convirtiendo las redes sociales? El desconocimiento de las leyes no nos exime de la responsabilidad de nuestros actos».

«A cualquier persona que le llegue un contenido de ese tipo, si es sobre su propia persona o un familiar, qué se le ocurre hacer. ¿Se le ocurre difundirlo y hacer chistes? Por favor, tenemos que reflexionar. De manera voluntaria o involuntaria estás siendo colaborador de estas bandas mafiosas. Por favor, a las autoridades y políticos: hay que tomar medidas. Necesitamos lanzar mensajes mucho más claros y fomentar una sociedad mucho más cívica. Que esto sirva de ejemplo. Lo primero que hablé con mis hijos es decirle que me alegra que me haya pasado a mí y no a ellos. Que sirva de aprendizaje para aquellos que han cometido un delito», zanjó.