La versatilidad táctica del Málaga de Guede pasa factura al equipo

El equipo sorprendió ayer con tres centrales, porque incluso conocida la alineación titular parecía que Genaro actuaría como 'pivote', pero no fue así y se colocó junto a Lombán y Peybernes, para dejar a Ramón y Jozabed solos por delante. Fue la misma idea ofrecida ante el Valladolid en el debut. Quizás el deseo era sorprender al contragolpe con Antoñín, Vadillo y Brandon, pero en contrapartida suponía permitir más manejo al rival en la zona de creación, con Mfulu, un Kirian muy en forma y un Jonathan Viera que suele jugar de medio punta, pero no como referencia ofensiva. El resultado fue un carrusel de ocasiones rivales. Un paradón de Dani Martín a tiro de Álvaro Lemos, dos postes seguidos para Kiriany Rober González y el gol de Jontahan Viera.

La zaga de tres por el centro no tenía dos 'nueves' a los que fijar, mientras Ramón y Jozabed se veían en inferioridad numérica en la zona de creación. Igual sucedio ante el Valladolid, que juntaba en esa línea de volantes a Roque Mesa, Aguado y Monchu. Entonces Guede reculó tras el descanso al meter a Antoñín por Andrés, amonestado. Anoche hizo lo propio al entrar Febas por Peybernes, que estuvo muy desacertado. El resultado parcial de la segunda mitad fue otro, 1-1, con una defensa de cuatro que se ajustaba mejor al planteamiento rival.

Además del 5-3-2 o del 5-4-1, Guede ha jugado con un 4-4-2 pero con rombo en el centro del campo y con otras variantes partiendo de la defensa de cuatro. Un libro táctico demasiado amplio y que no siempre es fácil de poner en escena con buenos resultados.