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Ni el VAR hace bueno a Pulido Santana
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El Málaga perdió una oportunidad de oro para mantener a su afición feliz e ilusionada. Desde luego, si en los primeros 28 minutos alguien hubiera ... dicho que el Málaga podía perder ante el Cartagena nos habríamos mofado de sus dotes proféticas... ¡pues hubiese acertado! Y es que los locales tenían totalmente dominado a un Cartagena que estaba seminoqueado, y que no llevaba dos o tres goles más en contra por la nulidad atacante de Orlando Sá y la mala puntería restante. Pese a la corta renta, era un equipo comiéndose al otro, pero llegó la jugada tonta, la falta absurda, y a la vez emergió la figura de Pulido Santana, posiblemente el peor árbitro de la categoría, que hasta entonces ya había dejado destellos de su escasa capacitación, pero que dio un gol increíble e imposible. La falta entró directa desde 40 metros, con un Soriano atolondrado por la cantidad (4) de rivales a un metro, todos en fuera de juego. Hasta los comentaristas de Movistar Plus daban por seguro que el VAR anularía el tanto, pero alucinantemente subió al marcador. Tras el descanso, el Málaga, sumido en un extraño miedo ante un rival que había sido nulo, cedió espacio y balón, y los levantinos empezaron a recuperarse, ayudados siempre por el colegiado canario, lo que no quita la mala segunda parte que estaba dando el once local. Otra jugada tonta, con falta de un visitante por empujón y mano incluida dio origen al 1-2. El VAR llamó al árbitro: «Esta vez lo anulará, sobre todo tras el 1-1», pensamos todos. Pero no. Pulido se vistió de Craig Thomson, el innombrable colegiado de la noche de Dortmund, y dio validez a otro gol ilegal entre la alegría de los visitantes, que no se podían creer que iban camino de llevarse los tres puntos de La Rosaleda, como así ocurrió.
Arbitraje aparte, el Málaga volvió a ser ese equipo bipolar que salpica alegrías y decepciones. Lo de anoche fue un jarro de agua fría para la afición, que se merece algo más que estas pifias absurdas, porque el Cartagena no era rival para perder, pero ahí estaba Pulido Santana...
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