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Vamos, Málaga, te juegas media permanencia
Málaga-Oviedo, 18.15 horas

Vamos, Málaga, te juegas media permanencia

Cita crucial en casa con ambiente de gala, a las 18,15, frente a un Oviedo disparado, para mantenerse lejos del descenso y dejar la continuidad en Segunda a un paso

Sábado, 7 de mayo 2022, 01:21

Hoy es el día. El día del malaguismo y el día de la pasión blanquiazul. El día de Málaga y del Málaga. El día de la comprensión y la paciencia. El día de la ilusión y de los nervios. El día de la euforia controlada y de la decepción (ojalá que no) efímera. El día del apoyo inquebrantable y del ánimo al unísono. El día del Frente, de los Malaka, de Tribuna, de Preferencia y de Fondo. El día de La Rosaleda. Esta tarde, a partir de las 18.15 horas (Movistar LaLiga3), no cuenta el pasado. El presente marca el futuro. Dan igual las decepciones y las frustraciones de esta temporada, los desengaños con determinado jugador, los continuos varapalos en Martiricos desde finales de noviembre. Deben quedar en el olvido los cinco meses y medio sin saborear un triunfo en casa, también la espectacular racha que adorna la trayectoria del rival, el equipo en mejor forma de la Liga. Hoy es el día. Vamos, Málaga, te juegas media permanencia.

Ganar, ganar y ganar. Es el único mensaje. O ese «dale, Málaga» que pregona a los cuatro vientos Pablo Guede, encumbrado a la gloria blanquiazul aquel 28 de junio de 1998. Vamos, Málaga. En juego están más que tres puntos. Media permanencia (o tres cuartos, que ya se verá) y también probablemente la supervivencia del club. No se puede escatimar una gota de sudor, una carrera, un último esfuerzo en la presión, un grito de ánimo, un «ahora, ahora» en cada córner, un «cómo no te voy a querer...». Hay que ir con firmeza a cada balón 'dividido'. El jugador en el césped y también los 25.000 blanquiazules (ojalá más) en la caldera de La Rosaleda. Con alma y corazón durante más de hora y media.

Jugando con tesón...

El himno marca el camino: «Jugando con tesón/poner en el partido/coraje y corazón/luchando con firmeza/serás el triunfador/por eso con sus gritos/te anima la afición». Tesón en el campo y sinfonía de gritos y cánticos en la grada. Esfuerzo abajo y pasión arriba. Hoy es el día y nadie puede fallar, ni los futbolistas ni los aficionados. Sólo así el Málaga será triunfador.

No es cuestión de confiarse ni de mirar la clasificación. Para bien o para mal. No debe influir que antes del pitido inicial de Ávalos Barrera (árbitro bien posicionado esta temporada) la renta se reduzca mínimamente, que no varíe o que baje hasta un solo punto. No hay que fijarse en el desenlace del Fuenlabrada-Real Sociedad B y del Huesca Sporting, que se disputan con anterioridad. Porque el Málaga depende de sí mismo y, pase lo que pase en esos encuentros –y también en el Almería-Amorebieta, que arranca a la misma hora–, seguirá haciéndolo con las tres últimas entregas ligueras por delante. La cuestión es exclusivamente salir del primero de los dos exámenes finales en La Rosaleda con una notable confianza. Numérica y anímica. En la clasificación sólo tienen reflejo los puntos, pero sin seguridad y convicción no se garantiza la continuidad necesaria para seguir adelante con firmeza.

De confianza anda sobrado el rival, ese Oviedo desbocado hacia los 'play-off', con un portero muy crecido, una pareja de centrales envidiablemente compacta, medios punta veloces, centradores de mucho nivel para la categoría y hasta un finalizador con una motivación y una entrega inversamente proporcionales a las que ofreció como blanquiazul en la temporada del descalabro en Primera. Pero el Málaga también va a andar sobrado, de energía. Esa que insufla su cuerpo técnico, la que transmite su afición, la que se requiere en el momento clave de la temporada, la necesaria para no dar un balón perdido. Eso sí, no es día para un exceso de revoluciones, sino para una evolución durante el encuentro.

El que anda no juega

Frente a un equipo de rendimiento irreprochable en 2022, con una solidez indiscutible (tercero menos goleado de la categoría) y argumentos ofensivos incontestables, el Málaga debe aunar paciencia, seguridad y concentración. Falta Víctor Gómez, vuelve Escassi. Pero los nombres parecen importar poco. El primer mandamiento de Guede está claro: el que anda no juega. No hay que remontar tres goles (como aquella tarde del Terrassa), sólo vencer por uno, aunque la actitud debe ser idéntica a entonces. O a aquella fría noche de enero ante el Manchego en Ciudad Real.

Hoy es el día. No cuenta ni el rival ni los rivales directos. No cuenta ni la racha propia ni la del contrario. No pueden contar ni las sensaciones iniciales ni las acumuladas hasta el descanso. Sólo valen los tres puntos. Y el esfuerzo y la entrega del minuto uno al novena y tantos. Ganar, ganar y ganar. O ese «dale, Málaga» de Guede. Hoy es el día. El día del malaguismo y el día de la pasión blanquiazul. El día de Málaga y del Málaga. Vamos, Málaga, te juegas media permanencia.

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