Triunfo balsámico

> El Málaga tiene un buen equipo. Mucho mejor equipo que lo qu había demostrado en las dos primeras jornadas, con cero goles, cero puntos y nulo juego. Ante el Mirandés, la superioridad de los malagueños fue manifiesta, tanto que si al final de los 45 pimeros minutos el matrcador hubiese registrado un 0-5 a nadie la hubiera extrañado, pero los delanteros boquerones parecían negado ante el gol..., que llegó, cosas del fútbol, en la última jugada del primer período. Era de justicia, otra cosa no podía ser, y poco después de la reanudación llegó el estreno de Rubén Castro, gol que tuvo mucho de psicológico, no sólo por la 'distancia' que ponía entre los dos equipos, sino porque el 'nueve' malacitano, en el que tantas esperanzas hay depositadas, lograba perforar la meta rival.

> El Málaga tiró de oficio e incluso de buen juego en muchas fases del encuentro, anulando las virtudes del Mirandés, un equipo que no baja la guardia en ningún momento, y que utiliza mucho las bandas, pero esta vez tanto Juanfran como Javi Jiménez estaban muy acertados... pero en la pelota hasta el rabo todo es toro y el 'penaltito' con el que se sancionó al Málaga en el minuto 72 nos puso a todos un nudo en la garganta... Menos mal que al final salió el Sol.