El triángulo que ha relanzado al Málaga

Aunque Escassi ha alternado de zaguero y 'pivote' de forma asidua en los últimos años, hasta el punto de no ser encasillado en una demarcación natural, su presencia por delante de la zaga ahora ha asentado el 4-1-4-1 y ha permitido mostrar la mejor versión de la mayoría de jugadores. Escassi ayuda en la salida del balón, equilibra al equipo defensivamente, está atento a las coberturas, tiene voz y mando, y ha permitido liberar a los volantes que juegan por delante de él.

El ejemplo más evidente es el de Luis Muñoz. El canterano, central en sus orígenes, de esos con mucha determinación para avanzar con el balón jugado, se había asentado como medio centro defensivo, en solitario o junto a otro jugador a la misma altura, y ahora se ha revelado como un excelente volante llegador. Totaliza tres goles (uno de penalti) desde el cambio de posición de Escassi, pero al margen de las dianas acumula en cada partido acciones de peligro descolgado en el área, como la del taconazo a Rahmani ante el Sabadell (aún con el 0-0), el penalti de que fue objeto por Ángel en el mismo encuentro o un remate previo a su gol contra el Rayo Vallecano.

La sensación dominante es que Luis Muñoz, con un buen disparo y una intuición para saber cuándo puede llegar por sorpresa al espacio, aún ha de celebrar varios goles más en las catorce jornadas que resta del campeonato, justo un tercio. Totaliza cuatro dianas (si se suma la que no valió para sumar puntos ante el Zaragoza) y va camino de convertirse en el máximo realizador del equipo de seguir su ritmo en las últimas semanas.

El tercer vértice del triángulo que ha relanzado al equipo es Jozabed. Sus cuatro partidos seguidos de titular, algo que no se había dado en toda la temporada, coinciden con la presencia justo por detrás de Escassi y también con el mejor momento del sevillano, incorporado este verano para ser uno de los referentes del equipo por su experiencia al más alto nivel, aunque ya venía de una campaña algo apagado en el Girona (sólo doce encuentros y un total de 494 minutos, en la misma categoría que ahora). Aunque el exjugador del Celta y del Sevilla Atlético aún puede soltarse más cara al gol, va teniendo cada vez más trascendencia en la circulación del balón en ataque.

No por casualidad en estas cuatro jornadas el Málaga ha firmado quizás sus dos triunfos más convincentes (sendos 2-0 al Rayo y el Sabadell) y otras tantas derrotas por la mínima ciertamente injustas, las sufridas en Gijón y Miranda de Ebro, especialmente dolorosa la última, en un partido controlado con autoridad y en el que se encajó un gol en el primer remate rival, a menos de veinte minutos del final.

Parece claro que Pellicer no retocará lo que funciona, salvo por obligación. Ni siquiera la lesión grave de Chavarría pesó el pasado fin de semana. El trabajo de Caye Quintana fue impecable y abrió huecos a la llegada de Luis u otros compañeros. Por fin un Málaga reconocible.