Los tres malagueños del Linares

Hay tres nombres en el seno del Linares que seguro son conocidos en el ecosistema del fútbol malagueño. Se trata de los directivos Antonio Matez (secretario técnico) y Javier Vallejo (secretario y encargado de Relaciones Institucionales) y del polivalente mediocampista de 25 años Javi Duarte, que este curso acumula 235 minutos repartidos en tres partidos. Se quedó fuera de la convocatoria en el partido frente al Mérida por sanción, quedando así disponible para la visita del Málaga a Linarejos, la que es su casa desde hace poco más de un año.

Con funciones diferentes dentro del club, los tres comparten un denominador: se encuentran tremendamente ilusionados de medirse al Málaga. Vallejo, del barrio de La Paz, recaló en Linares hace tres décadas por trabajo hasta acabar dentro de su directiva desde hace sólo siete años. «Soy uno del Linares más, pero también soy malagueño. Eso es innegable», reconoce. Por motivos laborales, no se plantea regresar a su ciudad natal por el momento, aunque tiene claro que es algo que hará cuando llegue el momento de su jubilación. Desde el cargo que ostenta. asegura que las relaciones del Linares con el Málaga son estupendas: «Aquí ha venido el Malagueño y también han venido ojeadores. La relación es muy buena».

Curiosamente, nunca ha tenido una vinculación con el fútbol más allá de su pasión por este deporte. «El camino para llegar al fútbol en Málaga es más largo que el que hay en Linares», cuenta.

En el otro extremo está el secretario técnico Antonio Matez, del barrio de La Trinidad, que fue futbolista del Puerto Malagueño durante sus años de formación antes de llegar a los despachos. Fue en ese mismo club donde se hizo dirigente. Allí estuvo cinco temporadas y por sus manos pasaron gestiones de mucho peso para una de las mejores canteras de la ciudad: «Pasaron jugadores como Junior Firpo, que actualmente juega en el Leeds United, Francis Guerrero, que jugó con el Betis en Primera, o Joaquín Muñoz, que hoy está en Segunda con el Huesca. Estos son los casos más sonados, pero hay algunos más».

Tras su periplo en el Puerto Malagueño fichó por el Alhaurino, de Alhaurín el Grande, donde consiguió el ascenso a Tercera División y una permanencia casi sin presupuesto. Trotamundos del fútbol malagueño, fichó después por el Torremolinos para construir desde los despachos otro ambicioso proyecto de consolidación y ascenso de Tercera a Segunda B. Tras la remodelación de las categorías, acabaron consiguiendo fueron el ascenso a Segunda RFEF y, por consiguiente, una plaza para la pasada edición de la Copa del Rey. Lejos de pasar desapercibido a ojos de otros clubes, el Linares acudió a él para renovar su secretaría técnica.

«Para mí es un partido muy especial. Conozco de maravillas el fútbol malagueño y también al Málaga y a su gente. Es la primera vez que trabajando en un club me enfrento al primer equipo del Málaga», reconoce, emocionado, Matez.

El tercer malagueño a bordo se desempeña desde el césped. Es Javi Duarte, un futbolista originario de Gibralfaro que perteneció a la disciplina malaguista dos temporadas, en las categorías inferiores. Por parte del futbolista sólo hay palabras de cariño para el Málaga: «Es el club de mi ciudad, al que he apoyado siempre y al que he tenido la suerte y el privilegio de defender durante dos años». No tiene reparo en reconocer su condición de socio. «Seré el primero en alegrarme cuando vuelva a dónde se merece», afirma desde el corazón.

A sus 25 años, aparte de por La Academia, ha pasado por el 26 de Febrero (con sede en Las Virreinas), por la cantera del Cádiz y por el Algeciras, equipo desde el cuál llegó al Linares. Este domingo afronta «el partido más especial del año». Es probable que con tantos malaguistas desplazados se termine sintiendo como en casa.