Casi tres décadas ya de la muerte de un mito: Juan Gómez, 'Juanito'

Desde entonces el mito de Juanito no ha dejado de agigantarse. Ya no es sólo ese sentido homenaje de la grada del Bernabéu («Illa, illa, illa, Juanito maravilla») en cada minuto siete de los partidos de casa del Real Madrid, sino la sensación de que el fútbol español no ha dado futbolistas de su talento y carisma, así como liderazgo. Si Juanito cuajó una carrera estupenda de futbolista, que se cerró en el equipo de su tierra, el Málaga, no menos prometedora era su trayectoria de entrenador.

La luz de Juanito se apagó a los 37 años, lo que da idea de todo lo que no pudo llegar a ser. De hecho, era un rumor más que fundado que del Mérida, en Segunda, iba a pasar al banquillo del Burgos, entonces en Primera y un club por el que ya había pasado como jugador. Y quizás ese podría haber sido su trampolín al Real Madrid, en donde dejó una estela imborrable.

Aún sigue marcado por una inhabilitación de la UEFA después de un incidente con el alemán Matthaus en un duelo contra el Bayern Múnich. Sin embargo, pese a coincidir con carismáticos jugadores en el vestuario, siempre quedó para el recuerdo su generosidad, liderazgo y determinación. Sus arengas eran claves antes de las remontadas, con su archiconocida frase de que «noventa minuti en el Bernabéu son molto longo».

Al Málaga de Francisco García Anaya llegó en un triunvirato con Esteban y Kubala como técnico. El proyecto era subir al equipo a Primera, como finalmente se consiguió en la campaña 1987-88. En la máxima categoría dejó para el recuerdo su gol a su Madrid con una vaselina a Buyo desde casi el centro del campo. Y quedará como icono de su adiós la imagen de Curro Romero cortándole la coleta, a él que era un amante de la fiesta nacional y que solía torear capeas de incógnito en su etapa de jugador.

Casi todo en Juanito sería difícil de trasladar a los tiempos actuales, marcados por la gran exposición en las redes sociales y la consolidación del fútbol como negocio multimillonario. Casi siempre vinculado a la polémica Juanito, por su capacidad para calentar los partidos de máxima rivalidad en la previa, sin embargo la imagen que queda del fuengiroleño es la de un deportista de un talento descomunal, de una picardía aprendida en la calle, y de una honradez y generosidad simpares.