No es la primera vez que lo cuenta, pero bien merece volver a escucharlo tras un nuevo partido de sobresaliente para marcar el gol de la tranquilidad en el partido que acabó asegurando que el Málaga tendrá plaza para jugar en Segunda el año que viene. «Nunca he venido aquí por dinero, he venido porque quiero jugar en el Málaga y me gustaría seguir muchos años aquí mientras el club quiera, pero eso no depende de mí», declaró Tete en una nueva aparición en los medios del club.
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Eso fue minutos después de marcar su segundo gol como malaguista para dar la tranquilidad en la recta final del choque contra el Alcorcón. Un tanto de bella factura por su complejidad. El atacante linense, que se desfondó durante todo el partido e intentó llegar a todos los balones posibles, con o sin éxito, sacó fuerza de flaqueza para acompañar un contragolpe que llevó Hicham por la banda derecha. Tete recibió un pase blando y lo controló con un giro ante el defensa rival para poder sacar el disparo, que fue de primeras y forzado pero que salió colocado al palo, donde tocó y entró mansa hasta tocar red.
Tras eso, momento de locura para celebrar con todos los compañeros, esos que le han ayudado a que se sienta como uno más aunque fue el penúltimo en llegar a la plantilla este año (fue el segundo fichaje del mercado de invierno). Todo esto ingredientes para considerar la incorporación de Tete como un acierto mayúsculo que ha rendido por encima incluso de lo esperado. Una apuesta que fue del club pero también del jugador, que tenía la opción de firmar por el Rayo cuando se cruzó el Málaga.
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El gaditano siempre ha dicho que lo tenía claro; para volver a encontrar su mejor nivel no podía dejar pasar la ocasión de regresar a una tierra cerca de su casa, a apenas una hora y poco en coche, que le ha sido el factor más importante para recuperar la ilusión. «Me hacía falta estar cerca de mi tierra, eso me ha hecho dar mi mejor nivel. Me siento aquí como en casa porque tanto el equipo como la afición me han acogido muy bien», confiesa también ahora.
Y reconoce el valor de la plantilla en la que ha caído. «Yo solo llevo seis meses, pero mis compañeros llevan todo el año sufriendo. El equipo ha demostrado la fidelidad que le tiene al club. Se nota que le tenemos cariño al club. Tenemos una afición diez, ellos se lo merecen. Nuestros familiares también que son los que sufren por nosotros», manifestó el 10 malaguista, quien se acordó de su entorno para dedicar el triunfo logrado: «A mi familia. A mi pareja, mis padres, mi hermana y mi cuñado que son los que siempre están ahí conmigo sufriendo. También a la afición que ve a su equipo sufrir y sufre con nosotros. Va para ellos también».
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Borja Gutiérrez
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