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Se precisa una buena dosis de masoquismo, pero también de malaguismo inyectada en las venas para sintonizar con #Vamos (que sólo se ve en Movistar, no en Orange) en la sobremesa, con la digestión recién hecha. Allí, en Riazor, donde en junio en 22 minutos ... fatídicos –tres goles en contra– se le fue al Málaga el ascenso por al aliviadero, se va a ver una película de esas que antaño se catalogaban de dos rombos. Colista ante penúltimo. Un Deportivo y un Málaga que confían en remontar el vuelo, pero no hay posibilidad matemática de que los dos empiecen a lograrlo hoy. Incluso puede que ninguno. En definitiva, lo que se dice un duelo a cara de perro.
Unos y otros recuperan efectivos cara a la cita en relación al pasado fin de semana, en el que fueron las dos plantillas de Segunda más castigadas por el 'virus FIFA', además de por otros problemas. En el Málaga vuelve al fin Dani Pacheco, que no juega desde el derbi ante el Almería del 7 de septiembre, pero a última hora se cayó de la lista Keko, según el club por unas molestias acusadas en su pierna derecha en una jornada en la que sólo hubo una sesión de activación, lo clásico en la víspera de un choque. El extremo, inédito de forma extraña en varias jornadas y que fue el mejor ante el Cádiz, se pierde el importante encuentro, junto a los lesionados Luis y Juan Carlos.
Tampoco fueron incluidos en una relación de veinte (con dos descartes, un portero y un jugador de campo) Rolón y los canteranos Ismael y Ramón. Si Víctor se mantiene fiel a la defensa de tres con dos carrileros, lo normal es que el elegido por la izquierda vuelva a ser el canterano Cristo. Además, se prevé el regreso al once de Keidi, Juanpi y Adrián, pilares de este proyecto y que no pudieron estar el pasado fin de semana por diversas razones.
Con un calendario mucho más amable sobre el papel a corto y medio plazo, ganar en Riazor podría suponer un claro punto de inflexión. En todo caso, el Málaga no le ganó al Deportivo ninguno de los cuatro duelos celebrados la pasada campaña (dos de la temporada regular y los de los fatídicos 'play-off') y solamente venció en una ocasión en Riazor en Segunda, en la temporada 1981-82 (0-2). Perdió cinco partidos y empató otros cuatro.
En Riazor, donde en lugar de escucharse "¡Al-Thani, vete ya!" se han oído cánticos que pedían la dimisión del Consejo de Administración del club y del director deportivo, Carmelo del Pozo, el Deportivo también está obligado a reaccionar. En lo futbolístico, el nuevo técnico, Luis César Sampedro, que debuta como local, vuelve a tener a su disposición a Montero (cumplió sanción la pasada jornada), a los internacionales Mollejo, Lampropoulos y Shibasaki, y a dos hombres recuperados de lesiones, el exmalaguista Koné y el lateral izquierdo Salva Ruiz. Se quedaron fuera de la convocatoria por ese mismo motivo Somma y David Simón.
"Somos mejores que el otro día. Tenemos más cosas avanzadas", dijo este sábado Luis César, que añadió que tanto el Deportivo como el Málaga "están ahí por algo". "Es porque hemos trabajado peor que los demás, hemos hecho menos méritos que los demás", se explicó con franqueza.
Sin una confianza clara en un 'nueve' (alternan Longo, Christian Santos y hasta Borja Valle), el cuadro gallego depende en exceso del golpeo de Aketxe a balón parado (ya castigó al Málaga la pasada campaña en las filas del Cádiz) y de la intensa actividad en el campo de Mollejo, que aparece por todos los frentes del ataque. A todas luces parece un equipo debilitado respecto al de hace unos meses, pero como el Málaga un león herido que en cuanto consiga un buen resultado ha de mejorar claramente su desempeño en el campo.
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