La sonrisa de Roberto: el «chico ejemplar» que se ha convertido en referencia del Málaga a base de goles

En estos momentos es el cuarto máximo goleador del Grupo 2 de Primera RFEF, compartiendo cifras con Emilio Nsue (Intercity), Zequi Díaz (Algeciras), Álex Gallar (Ibiza), Antonio Casas (Córdoba) y Dani García (Melilla). Sólo Nico Paz, con cuatro goles (Real Madrid Castilla), Jesús de Miguel, con cinco tantos (Castellón) y Mwepu, como máximo goleador del grupo con seis goles (Sanluqueño), han conseguido hacer más tantos que él en estos primeros cinco partidos de Liga.

Esta temporada está rompiendo todos los moldes pese a que el curso pasado ya demostrase estar a la altura de la categoría. El Barça B pagó medio millón de euros por hacerse con su cesión. En uno de los filiales más potentes del país y también de Europa participó en 34 de los 38 encuentros de Liga y en dos correspondientes a la promoción de ascenso a Segunda División, en los que anotó un gol. Siete tantos en total. Esta campaña está en camino de igualar sus números de la pasada temporada. Asimismo, el cordobés compartió vestuario con Lamine Yamal (hoy por hoy en el primer equipo), Chadi Riad (a las órdenes de Pellegrini en el Betis) o Pablo Torre (en el Girona).

Y es que más allá de sus números, el delantero encarna una serie de cualidades que gustan y calan entre los aficionados. Roberto no se achica. Corre y lucha cada balón. Capaz de irse a la guerra en solitario, ha encontrado en Dioni un socio de garantías para desempeñarse en sus labores ofensivas. Diferentes y complementarios entre sí, se reparten el trabajo para optimizar sus prestaciones al servicio del equipo. En los onces de Sergio Pellicer, Roberto actúa como punta de lanza y Dioni como segundo delantero, bajando a recibir, incrustándose entre los mediocampistas para ayudar en la construcción de jugadas y cayendo a banda derecha cuando el míster así lo considera. «Roberto ataca muy bien los espacios, nos da profundidad y finaliza. Con Dioni tiene buena conexión. Loren ha salido pocos minutos, pero también lo ha hecho bien», valoró Pellicer.

El jugador compareció en el césped de Linarejos tras el partido. Reconoció sus virtudes a la hora de atacar los balones aéreos y se mostró en una nube después de que los malaguistas desplazados corearan su nombre tras el gol. Sobre esa misma jugada, otra clave más sobre su sociedad con Dioni: «Fue un desmarque que hice por la banda derecha. Tenía que ir al espacio. Hice un poco de pausa, y le llegó el balón a Victor García. Me quedé en el segundo palo, porque Dioni estaba en el primero, y rematé y fue para dentro».