Un solo gol del Málaga en las últimas cinco salidas... y de penalti

A este registro se suman el último en Oviedo, más los anteriores contra el Lugo, Tenerife (con doblete), Elche, Oviedo (partido de la primera vuelta) y Deportivo. Este último, allá por mediados del mes de octubre, que coincidió con el último gol a domicilio de los malaguistas hasta el domingo pasado, cuando volveron a marcar en Oviedo gracias a un penalti rubricado por el VAR.

En ese paréntesis el Málaga dejó un páramo a su paso en la visita a los campos de rivales directos en la mayoría de los casos. Ponferradina, Alcorcón, Numancia y Extremadura –sin contar la nefasta experiencia copera ante el Escobedo de la Tercera cántabra–, fueron los contrincantes a los que el equipo blanquiazul no pudo batir. Todas fueron citas en las que el Málaga perdió grandes oportunidades ante algunas de las plantillas más modestas de la competición. Porque hace ya unos meses que no se cruza con rivales manifiestamente más superiores como el Girona, Huesca o Cádiz.

Aunque corra a su favor el titular de acumular seis partidos sin perder, la realidad es que sólo ha ganado un partido en esa racha sin conocer la derrota. Y entre otras razones, a domicilio llegó a encadenar hasta cuatro partidos sin marcar fuera de casa reflejando casi siempre la misma imagen de incapacidad para lograr rematar a portería con claridad. Ese déficit fue camuflado por la mejoría en defensa (logrando su mejor racha con tres partidos sin encajar), siendo más sólidos pero también porque fueron menos exigidos.

Pero, tras ya cumplir parte del calendario contra los rivales directos de la zona de descenso, vuelve a quedar patente que las cuentas de la permanencia no salen sumando de uno en uno. Y los próximos rivales proyectan más fuerza que aquellos a los que se ha enfrentado este último mes y medio: juega contra Ponferradina, Fuenlabrada, Mirandés, Elche y Numancia antes de ir al campo del líder. Al menos, la buena noticia del domingo fue que ante el Oviedo logró traerse el 'goal average' ganado y puede ser determinante a final de temporada para decidir las posiciones en la clasificación.

Es ya evidente –y así lo reconoció el propio entrenador– que con lo que hay actualmente en el ataque malaguista no da, aunque Sadiku esté rindiendo muy por encima de lo esperado. Pero la incertidumbre sobre fichar un nuevo delantero se disparó tras las críticas y exigencias a la dirección del club por parte de Víctor el pasado sábado.

La comparecencia vino a reflejar la desesperación del cuerpo técnico y la dirección deportiva con la cúpula de la entidad, que no termina de aclarar qué fichaje podrán acometer. O qué jugador van a perder, que es un extremo peor. Y así sigue mascándose la tensión en torno al Málaga, que tiene menos de un mes para decidir cuánto quiere sufrir los próximos meses. De vuelta al presente, el equipo se incorporará mañana al trabajo tras dos días de descanso.