Sólo una hora de sufrimiento para el Málaga

El repaso por esos primeros encuentros arroja un dato muy esclarecedor de lo que este Málaga, competitivo e intenso: apenas ha sufrido una hora, porque sólo ha ido por debajo en el marcador en 62 minutos. Esto no se puede achacar a una tendencia favorable en el calendario. El Málaga llegó a medirse al Albacete y el Huesca cuando ocupaban las primeras plazas y estaban en zona de ascenso directo. Y si bien es cierto que tuvo la fortuna de cruzarse con el Mirandés cuando estaba muy retrasado en la composición del equipo y en el capítulo de fichajes (compareció en La Rosaleda con apenas quince elementos del primer equipo), ya ha visitado al Granada, que sobre el papel tiene una de las mejores plantillas de Segunda, aunque no haya asomado aún la cabeza en la zona alta de la clasificación.

La mejor explicación de esos únicos 62 minutos con el tanteo en contra es ese carácter irredento que muestra el equipo, que ya ha protagonizado varias reacciones inmediatas a un gol encajado. Así, ante el Albacete, recibió un tanto de Quiles en el minuto 11, pero en el 14 ya había empatado Dioni. Algo parecido se vio el viernes en Granada: al gol de Neva en el 56 le siguió otro de Antoñito Cordero en el 60, y si Uzuni vio puerta en el 77, el Málaga acabó reaccionando de nuevo para empatar en el 93 por medio de Nelson.

Aunque no hayan sido reacciones a corto plazo, también ha sabido madurar los partidos, como sucedió ante el Mirandés y el Albacete. Ante el cuadro burgalés encajó el 0-1 en La Rosaleda en el minuto 40, pero a once del final llegó el empate de Dioni. Y ante el cuadro manchego se mantuvo en inferioridad numérica más de medio partido y con un 1-1 desde el 14, y en el periodo añadido llegó el penalti transformado por Antoñito para la victoria (2-1).

Frente a los 62 minutos perdiendo (ante el Ferrol, el Córdoba y el Huesca nunca se fue por debajo) el equipo ha ido 78 minutos por delante, lo que a la postre sólo ha cristalizado en dos victorias, las sumadas ante el Albacete (postrera) y el Huesca (un total de 48 minutos con ventaja, desde tres antes del descanso).

El torneo no ha hecho más que comenzar, pero si algo deja claro este Málaga es su compromiso innegociable, porque sus respuestas son inmediatas en situaciones delicadas, pone una marcha más y nunca se va de los partidos, ni siquiera en Córdoba, cuando se vio muy superado por el rival pero no encajó goles en todo el choque.