Es su primera entrevista del curso que está a punto de arrancar y elige a este medio para transmitir su mensaje, una clara apelación a la importancia de una «atmósfera positiva» en La Rosaleda cara al objetivo de «lo máximo», que es el giro que ... usa para eludir el término 'ascenso' (a Segunda), que no aparece de su boca en la entrevista. Sergio Pellicer (Nules, 1973), que vuelve precisamente a casa en el debut liguero del Málaga el sábado en Castellón (21.30 horas), nos atiende desde su sala de trabajo, con vistas al campo de entrenamiento del Anexo. Por el pasillo de acceso a su despacho, su cuerpo técnico, ahora más reducido, disecciona al rival en grandes pantallas a pocas horas del duelo. Una espectacular foto aérea de La Rosaleda, de tamaño gigante, en los prolegómenos de un duelo de la Champions hace de factor motivador ante sus visitantes.
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-¿Con qué sensaciones llega el equipo al inicio de la temporada?
-Ahora ya es momento de modo competición, ya no de modo pretemporada. Volvimos antes al trabajo, atrás queda la situación de cómo estaba el club con el ERE, y ahora hay una afición expectante, hay quince mil fieles, gente detrás de lo que representa este escudo. La preparación ha sido positiva, pero esta es una competición nueva que va a ser un interrogante para todos, con gente nueva. Estoy contento del día, de las bases, pero esto va a depender de lo que se transmita en el terreno de juego. Tenemos ya experiencia de años anteriores, y esta afición necesita referentes y que se transmita esfuerzo, humildad, un equipo valiente y que domine los registros del juego, pero va a ser un año difícil, duro, y hay que tener fortaleza mental. Cada quince días vamos a estar jugando en La Rosaleda y eso tiene que ser un fortín. De la fractura social del año pasado, los profesionales y cuerpo técnico tenemos que generar una atmósfera positiva.
-Han llegado diez fichajes (puede incorporarse alguno más), y el resto son canteranos, con alguna excepción. ¿Está satisfecho el entrenador con la plantilla diseñada?
-Ya estamos en modo competición. Se ha visto una imagen más seria mía, por el tema de la exigencia y creo que esa diferencia de criterio es buena. Lo más importante es que haya comunicación, y tengo una buena comunicación con Loren y estoy contento. A partir de ahora para mí el mercado está cerrado. Ya tenemos el partido de Castellón. Si la dirección deportiva piensa que necesitamos algún jugador más… Las nuevas incorporaciones vienen con una gran ilusión. Les he transmitido a los jugadores presión y creo que tenemos un equipo para competir por lo máximo. El escudo que llevamos representa mucho.
AMBIENTE
-¿Se puede decir que el Málaga con este bloque puede ser candidato o favorito al ascenso?
-Yo digo que tenemos que aspirar a lo máximo. Es una categoría complicada, con mucha igualdad, con pequeños detalles. Hay equipos que, por lo que representan, como el Málaga y el Deportivo y otros históricos, tienen una masa social e historia, pero la realidad ahora es el interrogante para la competición.
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-La mayoría de los componentes de la plantilla son canteranos. ¿No es esto una gran responsabilidad para ellos?
-Es una oportunidad única para ellos. No le podemos dar toda la responsabilidad, una presión añadida. Sí que les podemos dar confianza. Cuando se hace un proyecto con gente joven se necesita tiempo. En nuestro caso, conocemos la exigencia. Lo que no engaña es el trabajo diario ni la competición. Hay ejemplos en situaciones adversas en que los chicos han funcionado. Juande y Ramón han sido canteranos, pero ya no se les ve como ellos, y ese es el paso que tienen que dar Larrubia, Kevin, Roberto y Dani Lorenzo, a los que les ha venido muy bien salir cedidos. Ellos sí que tienen que dar un paso más. El resto tienen que tirar la puerta, como hace meses Álex Calvo.
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-Pero este verano se ha notado en exceso cuando ha habido canteranos y cuando no en el once. ¿No necesita más jugadores?
-Para eso tiene que trabajar otra gente. Creo que íbamos a una velocidad (de fichajes), pero los entrenadores necesitamos las herramientas lo antes posible. Creo que tenemos diez sub-23 y es un interrogante cómo vamos a responder en regularidad, pero tengo mucha confianza. Insisto, tenemos un equipo preparado para competir por lo máximo. La categoría nos dirá si estamos cerca de ser lo que representamos o estamos lejos.
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-¿Son conscientes los futbolistas de las urgencias que hay, aunque ello les suponga presión?
-Cuando tuve que hablar con jugadores para que ficharan, ellos sabían a donde venían. La exigencia internamente la tienen. El camino se va a andar compitiendo. Les veo con mucha ilusión, con hambre y con humildad. El primer momento crítico es la primera alineación, pero para mí es lo menos importante, porque cuento con todos. Aquí no hay salvadores, lo importante es el sentimiento colectivo del equipo. Cada uno tiene que aportar lo máximo desde su posición. Les he transmitido las tres 'haches': humildad, hambre y honestidad.
-El malaguismo vive un momento de desilusión, de hartazgo. ¿Cómo lo vive? ¿Sale igual que antes a la calle?
-Málaga es una ciudad necesitada de referentes, y por eso aquí si alguien hace un buen partido y mete goles enseguida lo ensalzamos. Aquí no es como otras ciudades: Málaga es un volcán, tanto para bien como para mal. Y eso es así. Sabemos que funciona así. Cuando hablo de sentimiento colectivo hablo como equipo. La plantilla en situaciones límite había momentos que lo transmitía. Eso engancha, ver esfuerzo. Pero a Málaga le gusta el talento, y creo que tenemos ciertos jugadores con él, para pagar la entrada. En lo personal, intento salir poco.
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-¿Tuvo dudas para seguir después del descenso?
-Fue muy duro para todos el descenso y tuve que reflexionar. Le dije al club que no era una cuestión de contrato. He pasado por los momentos más difíciles del club, pero tanto Loren como Kike (Pérez, director general) contaban conmigo. Hemos tenido nuestro duelo. Nos cambia la vida profesional y personal estas situaciones y tenemos sufrimiento en un club que sentimos como nuestro. Esta temporada va a haber transparencia. Abriremos las puertas de los entrenamientos un día a la semana (en principio, sólo para la prensa) para que haya transparencia, que cuando las cosas no salgan sea porque nos hemos equivocado, pero no por falta de esfuerzo. Que nadie pueda dudar de nuestra entrega y sacrificio.
POTENCIAL
-¿Cómo cree que va a ser esta Primera RFEF?
-Va a ser un interrogante. Se nos va a presentar cada partido como una batalla diferente. Sabemos que por historia somos de los equipos a batir, pero creo que va a haber mucha igualdad, y eso lo tenemos que entender todos. El inicio va a ser muy importante. Esos 15.000 fieles están expectantes. Ante situaciones críticas hay más compromiso y unidad y la gente está esperando ver a su equipo ganar, porque vienen de mucho sufrimiento. Va a ser difícil, pero estamos preparados para ello y no buscaremos excusas. Pero hablo de todos, también del club.
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-¿Qué le ha llamado la atención de los refuerzos de los rivales?
-El Murcia y el Ibiza y algún equipo del otro grupo han dado un paso firme, pero lo más importante es hacer un equipo. Luego, hay que tener esas individualidades, indudablemente, las fortalezas dentro de las áreas, en portería y ataque.
-¿Han llegado a algún tipo de pacto interno para no pronunciar la palabra 'ascenso'?
-El objetivo del Málaga es lo máximo (risas). No ha habido ningún tipo de pacto. Es lo único que puedo decir. Al final sabemos que esto vale de ganar. Los proyectos llevan su tiempo, y cada partido en La Rosaleda será importante. Cuando el año pasado en situaciones límite hubo algo de esperanza, la gente estuvo con nosotros. Ahora, si sabemos conectar con La Rosaleda… Si generamos una atmósfera positiva en La Rosaleda esto es una bola que nadie la para. Si se genera una atmósfera negativa, sabemos de quién es la primera maleta que sale del aeropuerto. En los últimos 'play-off' fui a ver el Castellón-Deportivo y el partido lo ganó la afición, porque estaba con esa atmósfera positiva.
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CONVICCIÓN
-Aunque parece ya indudable a estas alturas de entrevista que la palabra 'ascenso' no va a salir de su boca, ¿cree que es un aprendizaje de lo vivido en muchos tramos de la última primera vuelta con el discurso de muchos jugadores?
-Está claro que al principio del año pasado, y yo estaba fuera, se pecó de prepotencia. Sabemos cómo es la competición. Las palabras se marcan con ellos. A veces se genera una ilusión que no es real. La gente esta cansada de que no hables de certezas. Málaga, y se lo digo a los jugadores, es una ciudad que acomoda por lo que tiene. Cuando viene un futbolista tiene que saber a lo que viene aquí y hay que transmitírselo desde dentro del club. Me fui en una situación muy difícil en lo económico, y cuando llegué había unas comodidades, pero esto hay que saber aprovecharlo. Cuando hay éxito anterior la gente piensa que se puede conseguir lo mismo con las mismas cosas, pero no es así, es cuando uno tiene que reinventarse más. No sólo el Málaga, mirad el Deportivo, que lleva tres años en Primera RFEF. No soporto la prepotencia.
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-¿Es compatible el proyecto de cantera que preconiza el nuevo director deportivo con la exigencia en torno a los resultados en el primer equipo?
-Es una cuestión de confianza de los jugadores. La idea es buena. También es cierto que el club estaba en una situación difícil en lo económico. Loren tiene una postura clara, pero el proyecto de cantera necesita una disponibilidad económica, tiempo, tener una ciudad deportiva, que parece que va a estar. Pero es verdad que estamos en Málaga. Y nadie va a arrollar. Está demostrado en la categoría. No vamos a ser un equipo avasallador, ni nosotros ni nadie y cada partido se va a decidir por pequeños detalles. Y en La Rosaleda que la afición nos marque el gol, pero para eso necesitamos tiempo. Es difícil conciliar cantera y rendimiento inmediato, pero tenemos que trabajar para conseguirlo.
PROPUESTA
-El cuerpo técnico y ayudantes se ha reducido tras el ERE casi a la mitad. ¿Cómo ha digerido eso?
-Me ha afectado a nivel personal y profesional, pero también lo sucedido con empleados de oficinas. Hay que asumirlo, pero somos personas y nos afecta. No obstante, entendemos la situación del club y que tiene ser viable. Ya lo viví con el otro ERE, que fue más fácil, porque era una gestión personal con los jugadores. Ese año tuve una transparencia total con ellos. Ahora me ilusiono con el tema deportivo para conseguir cosas muy importantes y dar lo máximo cara a que esas personas puedan volver al Málaga.
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-Ascender…
-Dar lo máximo (risas). Uno tiene que ser cauto y realista.
-Entre los jugadores que han llegado nuevos, ¿ha habido una preocupación especial por aportar futbolistas con personalidad?
-Ayer por la mañana trabajamos con un facilitador a nivel mental y por la tarde nos entrenamos. Nosotros no paramos. Es muy importante el liderazgo. A veces hay etiquetas. La temporada hubo situaciones que no puedo contar con los capitanes de cambios. A veces cuando uno es de Málaga no rinde porque sale del campo, va a su casa y no desconecta. El liderazgo lo estamos trabajando. Hay jugadores que han venido con experiencia, más los que estaban aquí, como Juande, Ramón o Genaro. No hay que etiquetar a un líder, va a ser entre todos. Creo más en el grupo que en una o dos cabezas visibles. A lo mejor dependiendo de cómo vea a los capitanes un día el brazalete lo lleva uno u otro. Con Dioni hablé abiertamente y es muy importante en el grupo, pero lo he liberado de ser capitán para que esté tranquilo. Tres capitanes los eligió el grupo, y yo dos, a Luca (Sangalli) y Alfonso (Herrero).
COMPETENCIA
-¿Habrá un sistema fijo o alternará más esta temporada?
-Hemos trabajado toda la temporada con varios, por el perfil de los jugadores. Creo mucho en eso. Empezamos con un 4-1-4-1, con extremos abiertos y laterales en apoyo, y en la segunda parte, si podíamos apretar, un 4-4-2. La idea no va a cambiar. Al venir Nelson nos da variantes. Ante el Castellón, que juega con una línea de tres atrás y quiere ser dominante y jugar en campo rival, tenemos que tener personalidad con balón para superar esa primera línea de presión. Estoy expectante cara al sábado. En ataque no es lo mismo empezar con Kevin, que con Roberto o con Dioni. También hay un rival enfrente que te marca la posición, pero nosotros queremos ser protagonistas. Veremos qué sucede con el Castellón, que en un partido reciente que perdió ante el Cornellá tuvo un 80 por ciento de posesión, pero el resultado fue irreal viendo el partido.
-¿Es este Málaga un equipo con un planteamiento defensivo?
-Los entrenadores hagamos el planteamiento que hagamos, estará mal. Si te quieren poner una etiqueta te la ponen. A veces con una línea de tres atrás, que es más impopular, eres más ofensivo que con tres atacantes. Cada vez la figura del técnico está menos respetada. El gol a favor es el paraíso, pero tenemos que tener una justa medida en todo. A veces llegas dos veces y marcas dos goles y parece que el equipo es ofensivo. Cuando fuimos campeones juveniles de España jugábamos como ahora.
-Lo hemos visto más tenso esta pretemporada, fuera de su registro habitual.
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-Lo que pasa es que siempre he estado apagando fuegos en el Málaga, pero es cierto que en pretemporada se necesitaba un poco de tensión, también por mi parte, para transmitirla al club y los jugadores. Pero sabéis que en rueda de prensa siempre busco unir. Por encima de Pellicer está el club. Si de donde venimos empezamos la pretemporada y está todo igual… algo no funciona. Acaba la temporada y a la semana siguiente empezamos de cero. No, aquí hay un duelo. Cuando vi a Antonio de la Torre con la campaña (publicitaria), me sentía reflejado. Con menos palabras no se puede sentir uno más reflejado. Si el entrenador está tenso, porque está tenso, si está sentado, porque está sentado… pero reconozco que he buscado tensión en el día a día. A veces los entrenadores somos actores. ¿La expulsión ante el Estepona? En el último partido lo único que quería era controlar las cargas. Veníamos de un triangular que me trastocó la preparación de la semana.
EQUIPO
-Hablemos de la importancia de La Rosaleda. También puede ser un arma de doble filo, ¿verdad?
-La Rosaleda es esencial, tenemos que conseguir que sea un plus a favor. A falta de 17 jornadas, ante el Oviedo, antes del partido hubo cánticos, cuando nos marcan el gol y expulsan a Esteban Burgos cánticos, y eso es consecuencia de una fractura. Tenemos que unir al equipo con la afición con el rendimiento. Ante las adversidades, el Málaga siempre ha dado un paso adelante, su gente y todos.
-Para acabar, ¿qué mensaje le trasladaría a los aficionados?
-A la afición sólo le podemos dar las gracias. Necesitan ver a su equipo ganar, pero ellos saben cuando el equipo lo da todo y se pueden sentir identificados. Estamos en deuda con ellos, están por encima de nosotros. Tengo confianza en que demos el paso adelante. Es empezar una nueva ilusión. Ante esta adversidad, les transmito confianza, pero con la realidad de que va a ser duro.
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