Los extremos se unen a la sequía goleadora del Málaga en la segunda vuelta

Antoñito fue la figura que explicó los éxitos del Málaga en los primeros compases de la competición. El joven jerezano arrastró a Segunda División la inercia del gol que dio al cuadro de Martiricos el ascenso, con varios goles y asistencias que, sumados a su edad y su situación contractual lo convertían en un futbolista muy apetecible para muchos clubes importantes. Su irrupción provocó que comenzara a participar con la selección española sub-19, lo que hizo que se perdiera varios compromisos ligueros y disminuyera su protagonismo, pero aún así registró excelentes cifras (continúa siendo el jugador con más contribuciones de gol del equipo), cerrando la primera vuelta con cuatro goles y cuatro asistencias. En esta segunda mitad de la competición, su rendimiento ha caído considerablemente (un gol, de penalti ante el Almería, y una asistencia), con actuaciones cada vez más esporádicas. Parece poco probable que renueve su vínculo con el Málaga, pero el cuadro malaguista necesita recuperar la mejor versión de su futbolista más determinante.

David Larrubia se había erigido en un futbolista capital para Pellicer, comenzando a convertir sus acciones en cifras para el equipo (dos tantos, uno de ellos para dar el triunfo ante el Eibar, en la primera vuelta), además de su innata implicación en tareas defensivas (es uno de los futbolistas que más balones ha recuperado esta temporada, con 112). Desde que tuvo que ausentarse durante algunas semanas al someterse a una intervención menor, el '10' malaguista no ha vuelto a ser el mismo. Anotó el tanto que suponía el empate en Miranda de Ebro, pero no se ha mostrado tan peligroso en los últimos metros. Se espera mucho del malagueño para este tramo final de la competición.

Kevin es un futbolista con una excelente capacidad de desequilibrio y desborde, aunque muy irregular. Cayó lesionado en el segundo encuentro de la temporada, tras anotar el primer tanto del Málaga en su regreso a Segunda ante el Ferrol, y estuvo casi dos meses apartado de los terrenos de juego. Coincidiendo con el 'bajón' de Antoñito, Medina recuperó el puesto en la banda izquierda, cuajando varios grandes partidos. Cerró el 2024 en una clara dinámica ascendente (marcó un golazo de falta para cerrar la goleada ante el Eldense), pero ahora el extremo atraviesa un claro 'valle' de forma. En esta segunda vuelta en varios partidos ocasiones claras para marcar, pero no ha sido capaz de ver puerta, y se encuentra muy lejos de su mejor versión.

Con su gran anterior periplo como blanquiazul como aval (seis goles y cinco asistencias en el año de la permanencia con 18 fichas profesionales), Rahmani aterrizó en Málaga como fichaje de 'urgencia' tras las lesiones de Kevin y Lobete (el vasco se ha desempeñado también en la banda, aunque ha actuado por detrás del punta en la mayor parte de los encuentros), que se preveían de una larga duración. El malaguismo tenía muchas esperanzas depositadas en el franco-argelino, a las que no ha respondido en ningún momento. Rahmani todavía no se ha estrenado ni como goleador ni como asistente, a pesar de las numerosas oportunidades que le ha brindado Pellicer, su principal valedor.