Sekou, goleador... y generador de ocasiones para sus compañeros

Optar al ascenso en Segunda pasa indudablemente por dos premisas: contar con equilibrio defensivo y disponer arriba de un futbolista que asegure en torno a una veintena de goles (reto cada vez más complicado) o al menos que genere ocasiones suficientes para que un equipo siempre tenga la posibilidad de sentenciar partidos y de igualar o remontar cuando la situación sea adversa. Disponer de un finalizador de categoría se ha convertido en una tarea casi inviable de un tiempo a esta parte por las estrecheces económicas de la mayoría de los participantes, aunque el panorama tal vez cambie a corto plazo con el acuerdo entre LaLiga y el fondo CVC. De hecho, la pasada temporada sólo 14 jugadores llegaron a la cifra de diez tantos y únicamente once la superaron.

Los tiempos en que contar con un goleador de 20 o más goles facilitaba el ascenso parecen haber pasado, aunque también es cierto que el panorama pudo cambiar en el ejercicio anterior de no haber mediado la lesión de un futbolista tan desequilibrante como Stuani (Girona). Pero llama la atención que cuatro futbolistas llegaron a la cifra referida y sólo el equipo de uno de ellos ascendió. Fue el Espanyol de De Tomás (23 tantos), aunque este se vio secundado por Puado (con 12) y Embarba (con 9). Es decir, la variedad de realizadores es crucial. Djurdjevic (con 22) no se vio acompañado en el Sporting –los siguientes fueron Gaspar y Pedro Díaz, con 3–, a Rubén Castro (con 19) sólo se le sumó Elady (con 7) en el Cartagena –el resto no pasaron de tres–, y en el Almería Sadiq (con 20) tuvo la alternativa de Corpas (con 12), pero poco más. Por detrás aparecieron Aketxe, Lazo y Ramazani, que no pasaron de cuatro, y además el conjunto rojiblanco pagó la falta de equilibrio (encajó 40 tantos).

Con el fichaje de Sekou el Málaga ha conseguido su doble objetivo de contar con un rematador fiable y también con un futbolista que genere ocasiones. Evitar una 'Sekoudependencia' será imprescindible para optar a estar en la zona alta de la clasificación. La pasada temporada José Alberto sufrió en el Mirandés la falta de goles en la primera vuelta (sólo 18) y, de no haber sido por la eficacia defensiva, el cuadro burgalés habría tenido una temporada más comprometida. En la segunda vuelta llegó Cristo González (ahora incorporado al Valladolid) y, si bien no aportó excesivamente en el capítulo realizador (cuatro tantos), tuvo una incuestionable contribución para que sus compañeros dispusieran de más y mejores opciones de remate. Aun así, el cuadro castellano tuvo el segundo peor ataque entre los primeros de la tabla, únicamente por encima del Sporting (con Djurdjevic como autor de 22 de las 37 dianas).

Manolo y José Alberto confían plenamente en que Sekou no sólo tendrá el papel de rematador. Nadie discute que la pasada temporada el Fuenlabrada habría estado en el grupo de cabeza si no hubiera perdido al nuevo ariete malaguista tan pronto, cuando apenas se llevaba un cuarto de Liga, por una fractura de pie. Probablemente Nteka, que firmó ocho tantos, habría superado la docena...

La capacidad de generar espacios y de intimidación de Sekou en el área debe de facilitar en el Málaga que sus compañeros de la segunda línea o incluso el acompañante en punta cuenten con más opciones de remate y, por lo tanto, puedan elevar su aportación en materia realizadora. Si el flamante delantero centro blanquiazul rinde al nivel deseado y si no surgen contratiempos físicos, el equipo contará con la necesaria variedad de goleadores para mantenerse entre los mejores y soñar con el ascenso.